Abierta la temporada de cacería por el capital extranjero de empresas emblemáticas del país, el turno, ahora, es para Tequila Cuervo, la principal fabricante del producto en el planeta, acaso la marca más reconocible en la larga traición: "No hay cuervo que no sea negro, ni tequila que no sea Cuervo".
La empresa cuya participación en el mercado nacional oscila entre 25% y 30%, la principal exportadora hacia los Estados Unidos, está en tratos para venderse a la firma transnacional Diageo.
El precio sería de tres mil millones de dólares.
¿Se acuerda cuando presumíamos de ser más mexicanos que el tequila?
La noticia llega simultánea a la de la venta a la estadounidense Sherwin Williams ("los colores que pintan al mundo") de otra firma orgullo nacional: Comex, una empresa con asiento de 60 años en México, cuyo principal atributo era haberle ganado, justo, el mercado a quien ahora la engullirá.
La compañía de la familia Achar, una de las más activas en el terreno del ejercicio de su responsabilidad social, mantiene el 60% de las ventas al interior del país, tras un crecimiento sostenido.
El emblema de pundonor, la marca de prestigio, lo mató una oferta de dos mil 300 millones de dólares.
La catarata se inició el año pasado, cuando la firma holandesa Heineken adquirió a la división cerveza de Fomento Económico Mexicano, es decir las cerveceras Cuauhtémoc y Moctezuma, en algo más de ocho mil millones de dólares.
La primera, con una hoja de servicios de 100 años, había sido la semilla del Grupo Monterrey. A su causa surgirían la empresa fabricantes de envases que le dio origen a Vitro, y la productora de corcholatas, en paralelo a una cartonera.
Femsa, originalmente el Grupo Visa, se apuntaló con la compra de Moctezuma, otra firma tradicional creada por Raúl Bailleres, padre de Alberto Bailleres, el principal empresario extractivo mexicano, dueño del Palacio de Hierro.
El pretexto fue que el negocio se había globalizado, al punto de que no sobrevivirían más de media docena de empresas multinacionales. Femsa, pues se adelantó a la corriente, adquiriendo de pasadita alguna participación en la empresa sobreviviente.
El caso es que la tradición, el orgullo, el emblema, la divisa nacional quedaron sepultadas.
Bajo ese mismo pretexto, la sorpresa llegó hace unos meses cuando el Grupo Modelo anunció la venta del 50% de sus acciones a la empresa belga-brasileña Anheuser-Busch Inbev, su otrora socio incómodo, quien llegó a la firma por la puerta trasera, al adquirir el paquete que tenía, justo, la estadounidense AB.
La firma no sólo es líder en el país con el 59% del mercado, sino se ubica como la cuarta más rentable del planeta, con una caja líquida y una posición envidiable en los mercados internacionales.
El cañonazo que rompió la resistencia de los descendientes de los fundadores españoles de la firma que logró posicionar en el planeta como su marca emblema a Corona, fue de 20 mil 100 millones de dólares. La venta del siglo a un espectacular sobreprecio.
Y qué le hacen si el Toluca se volvió belga, y la "perra brava" una pandilla de hooligans.
No quedó ni el olor a chorizo asado.
La gran pregunta es qué harán los señores Achar, los señores Beckmann, los Fernández, los Aramburuzabala, los Díez Morodo, con la catarata de dólares, en un escenario en que salvo Alfredo Harp Helú, ninguno de los grandes accionistas de Banamex ha colocado mayores apuestas en el país tras recibir 12 mil 500 millones de dólares por parte del Citigroup de los Estados Unidos.
¿Comprarán ahora multinacionales para ejercer la revancha?
La duda es si sigue el Grupo Maseca.
BALANCE GENERAL
Bajo la firma de Roberto Ortega, un exfuncionario de la paraestatal durante el lapso en que encabezó Pemex Jesús Reyes Heroles, acaba de aparecer un libro con el título de "El petróleo en México, una industria secuestrada".
El plagio, según el volumen, lo mantienen múltiples intereses, dogmas, privilegios e ineficiencias.
El autor acusa al Gobierno Federal de mantener un clima de desconfianza en las capacidades de la empresa pública, interfiriendo en su operación, confiscándole cuantiosos recursos y hasta utilizándola como agencia de colocaciones.
La investigación habla de cotos de poder, entre ellos el sindicato, contratistas y el mismo personal, que han provocado un grave deterioro operativo, financiero y tecnológico.
La paraestatal cayó en los últimos siete años de ser la sexta del planeta a la número 11.
En materia de reservas, la debacle alcanzó del noveno al escalón número 17.
Si en 2004 se tenían 25 mil 70 millones de barriles, el monto llega hoy a 11 mil 394 millones.
El pasivo laboral lo calcula el autor en 731 mil millones de pesos.
AXTEL EN LA LONA
Colocada en la peor situación crítica de su historia, al perder dos peleas en la Suprema Corte que le obligan a pagarle a las empresas Telcel y Iusacell algo más de dos mil millones de pesos, el precio de las acciones de Axtel acumulaba ayer jueves una caída de 13.24%, tras seis jornadas a la baja. Los papeles se cotizaban a sólo 2.30 pesos, tras los cuatro que llegaron a costar hace sólo un mes.
El desplome, pues, es de 42.50%.
Rechazada por la firma encabezada por Tomás Milmo la exigencia de crear reservas preventivas para hacer frente a la posible contingencia, éste decidió jugar el volado… y lo perdió.
De acuerdo a la Corte no son válidas las tarifas de interconexión determinadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para el 2008, sino las que había fijado la Comisión Federal de Telecomunicaciones, que resultaban 60% más altas.
Axtel, pues, debe cubrir el faltante.
CONSEJERO CIUDADANO
Con apoyo de la Escuela de Periodismo "Carlos Septién García" y la Universidad Panamericana, de las que es académico, Fernando Gómez Suárez está en la pelea para ser consejero ciudadano del Instituto Electoral del DF.
La candidatura ha sido aplaudida por varios segmentos de la sociedad civil, dada la carrera intachable del abogado como analista, comunicólogo y funcionario privado.
Albertobarrancochavarria0@gmail.com
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