Última opción. Para los habitantes del ejido El Nilo la falta de empleo los ha llevado a producir carbón.
Mientras que las autoridades municipales, estatales y federales no se ponen de acuerdo, la tala de mezquite continúa siendo un fuerte problema alimenticio y ambiental en San Pedro, sin embargo también es una forma de ganarse la vida para las personas que viven en comunidades marginadas como lo es el ejido El Nilo.
José Refugio Calzada Flores, juez del ejido El Nilo, de San Pedro, comentó que tiene más de 30 años dedicándose a la producción de carbón, oficio que aprendió de su padre. Sin embargo, no es una de las principales fuentes de empleo o de adquisición de recursos para mantener a su familia, ya que el carbón no es algo que sea bien remunerado.
En un recorrido realizado por las orillas del canal de riego y sembradíos de dicha comunidad, encontramos a don José Calzada quien estaba trabajando en la preparación del mezquite para convertirse en carbón, esto como a tres kilómetros del área habitacional. Al preguntar sobre la situación de la tala de mezquite y la producción de carbón, actividades que están prohibidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el municipio, Calzada Flores comentó que era acertada la observación, pero que desafortunadamente, él y dos de sus hermanos estaban sin trabajo, por lo que decidieron preparar unos cuantos kilos de carbón para poder "dar el chivo" el fin de semana.
Explicó que el oficio de producir carbón no es algo que los saque de pobre, sino que sólo les da para comer unos días. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Sermarnat han estado en el lugar, pero nunca han podido establecer un programa que ayude a conservar el mezquite, pues en San Pedro el Mezquite está catalogado como no apto para el programa Plantaciones Forestales Comerciales.
Por su parte, los caprinocultores comentaron que el mezquite forma parte de la variedad alimenticia para sus animales, sin embargo, los carboneros se lo están acabando.
