Foto: LA I
Ausencia de marco legal, falta de unidad, inconformidad de policías por incumplimiento de promesas y omisión de resultados han sido las características de los primeros tres meses de vida de la Policía Metropolitana.
Para el presidente del Consejo Ciudadano Regional de Seguridad Pública, César Villarreal, la falta de liquidez del Gobierno de Coahuila ha afectado a la corporación al grado de enfrentar problemas para mantenerla.
Impulsada por el gobernador Rubén Moreira, la Policía Metro inició funciones el 26 de enero en medio de grandes expectativas y con el fin de promover un modelo metropolitano para la seguridad.
El lanzamiento de la corporación se hizo con 100 agentes del lado de Coahuila y 50 de Durango, con mandos separados, distintos uniformes y patrullas y sin un marco legal que defina las funciones y responsabilidades. Respecto a esto último, sólo se ha firmado un convenio.
En marzo, decenas de agentes del cuerpo adscrito a Coahuila, provenientes del grupo de élite de la Policía Acreditable, se quejaron por el atraso en el pago de sueldos y por las pobres condiciones laborales y de seguridad. Los policías se quejaron de recibir sueldos por debajo de lo ofrecido por el Gobierno Estatal. La Fiscalía hoy desaparecida, se comprometió a atender las demandas. Pero las inconformidades continuaron.
El miércoles 25 de abril, los agentes fueron desalojados del hotel en el que se hospedaban, por falta de pago. Además, denunciaron que no les han cubierto un bono por 70 mil pesos prometido desde enero y que ahora pretenden cubrírselos en especie.
Crisis afecta operación de la Policía Metro
Armamento
En malas condiciones se encuentran las armas con las que trabaja la Policía Metropolitana, ya que algunas tienen fallas. Además, los chalecos son sin blindaje.
