Ruinas. Fotografía en la que se ve a un hombre caminando por delante de las ruinas de un edificio afectado por la explosión de un coche bomba en la ciudad de Daraa.
Las fuerzas sirias reanudaron el sábado su cañoneo contra las zonas de Homs en poder de los insurgentes, según los activistas, y la Cruz Roja prometió intentar de nuevo ayudar a miles de personas atrapadas en la ciudad por los soldados del régimen tras un mes de sitio.
La situación en el barrio occidental de Baba Amr era catastrófica, con extensos apagones, carestía de alimentos y agua y sin asistencia médica para los enfermos y heridos.
Las fuerzas sirias entraron el jueves en ese barrio tras la huida de los insurgentes debido al constante cañoneo que según los activistas ha matado a centenares de personas desde principios de febrero.
El régimen sirio dijo que combaten con "bandas armadas" en Baba Amr, y prometió "depurar" el barrio.
La Cruz Roja dijo que recibió permiso del presidente Bashar Assad para entrar en Baba Amr. Un convoy de siete camiones con 15 toneladas de ayuda humanitaria que incluye alimentos, medicinas y mantas, partió de Damasco el viernes, y se demoró varias horas para llegar a Homs a causa de una copiosa nevada.
Empero, a punto de entrar en Baba Amr, el gobierno se lo impidió.
"Seguimos negociando la entrada en Baba Amr", dijo el sábado en Ginebra el vocero de la Cruz Roja Internacional Hicham Hassan.
Los sirios dijeron que no permiten la entrada de la Cruz Roja en Baba Amr por razones de seguridad, incluyendo el minado de muchas zonas, dijo Hassan, y agregó que la organización no ha podido verificar ese peligro. El gobierno no explicó la retirada de la autorización.
"Es importante que lleguemos allí hoy", dijo Hassan. "No estamos dispuestos a tirar la toalla".
Por otra parte, la agencia de noticias estatal siria dijo que un atacante suicida detonó el sábado un artefacto explosivo en su auto en una ciudad del sur del país, dejando al menos dos muertos y 20 heridos.
Entregan cuerpos de periodistas
Directivos de la Media Luna Roja siria entregaron el sábado a funcionarios diplomáticos los cuerpos de dos periodistas extranjeros que murieron por ataques de mortero contra un distrito de la ciudad de Homs.
El embajador de Francia Eric Chevalier recibió el cuerpo del fotógrafo francés Remi Ochlik, en tanto un diplomático polaco recibió los restos de la estadounidense Marie Colvin. Polonia representa los intereses estadounidenses en Siria. Los cuerpos, trasladados en ataúdes de color pardo sobre camillas, fueron transferidos afuera del hospital Assad de Damasco y llevados luego por una ambulancia. Las pertenencias de los periodistas fueron colocadas en bolsas negras de plástico. Colvin, de 56 años, veterano corresponsal del periódico británico Sunday Times, y Ochlik, reportero gráfico de 28 años, entraron clandestinamente en Siria para atestiguar la represión del gobierno en el país.