Rescate. Un grupo de rescatistas trata de sacar personas de un edificio destruido.
Los obreros de una fábrica de maquinaria regresaban apenas a su primer turno tras el poderoso sismo que dejó varios muertos hace unos días, cuando otro temblor se hizo sentir ayer martes en la mañana y derribó el techo de su centro de trabajo.
Al menos tres empleados -dos inmigrantes y un ingeniero italiano que inspeccionaban la estabilidad del inmueble- figuran entre las víctimas fatales del nuevo temblor, el segundo ocurrido en nueve días y que deja muertos en una región en Italia no considerada propensa a movimientos telúricos.
Para la noche de ayer martes, la cifra de muertos alcanzaba 16 y un desaparecido: un obrero en la fábrica de maquinaria en el pequeño poblado de San Felice Sul Panaro. Unas 350 personas también resultaron heridas debido al sismo -de magnitud de 5.8- en Emilia Romaña, al norte de Bolonia, una de las regiones agrícolas e industriales más productivas en Italia.
En un principio las autoridades habían dicho que los muertos eran 17 y no explicaron de inmediato por qué modificaron a la baja la cifra.
Entre los heridos figura una mujer de 65 años, que estuvo 12 horas atrapada bajo los escombros de su cocina hasta que la rescataron los socorristas en Cavezzo, otra de las localidades afectadas por el sismo.
Los bomberos dijeron a la cadena Sky TG24 TV que un mueble que se vino abajo salvó a la mujer de morir aplastada durante el derrumbe. La víctima fue trasladada a un hospital para que se le dispensara atención médica.
El edificio en el que se encontraba la mujer quedó dañado en el primer sismo del 20 de mayo y estaba desocupado desde entonces. La mujer apenas había ingresado la mañana del martes para sacar alguna ropa cuando el edificio se derrumbó a causa del nuevo temblor, dijeron los bomberos. Fábricas, graneros e iglesias se vinieron abajo, en el segundo desastre en una región donde miles de personas quedaron desplazadas tras el temblor de magnitud 6.0 del 20 de mayo, que fue más poderoso que el del martes. Ambos sismos afectaron una de las regiones más productivas en Italia en un momento particularmente crucial, porque el país afronta la enorme dificultad de lograr el crecimiento de su economía para sortear la crisis de la deuda que afecta a la eurozona. El crecimiento económico de Italia se ha estancado durante al menos una década y, de acuerdo con las previsiones, la nación cerrará el año con una contracción económica de 1.2%.
La región, que abarca las ciudades de Modena, Mantua y Bolonia, es famosa por sus empresas fabricantes de autos de lujo, como Ferraris, Maseratis y Lamborghinis, su queso parmesano y compañías fabricantes de maquinaria, de marcas menos famosas, pero cruciales para la economía.
Al igual que el temblor del 20 de mayo, muchos de los muertos en el sismo del martes fueron trabajadores que se encontraban dentro de fábricas, ubicadas en recintos enormes, muchos de éstos levantados con piezas preconstruidas.
