Hilda, Braulio, Salomón, es momento del deslinde. De hecho, es un poco tarde, pero mejor tarde que nunca. Es momento de ser contundentes, porque después de las elecciones será difícil desvincularlos del saqueo. Javier Villarreal sacó del país $285 millones de pesos y ninguno de ustedes se ha despeinado. Mientras el Congreso del Estado reservaba la información de las cuentas públicas, mientras el secretario de Gobierno pedía dar vuelta a la página y mientras el aparato de justicia local caminaba con pies de plomo, un agente extranjero tardó sólo 15 días en documentar la ruta del dinero.
Si desean asumir un papel de liderazgo en nuestra comunidad es momento de exigir justicia.
La investigación de la Agente de la DEA Jennifer Sánchez, en poder de Vanguardia, detalla 17 transferencias bancarias provenientes de México depositadas en cuentas de negocios fantasma en Texas. Estas cuentas son controladas por el concuño y por la esposa de Javier Villarreal.
La investigación detalla que el dinero se utilizó pagando vuelos privados y adquiriendo terrenos, casas y centros comerciales en San Antonio y en la Isla del Padre. El emporio era de tal tamaño, que en plena huida de Javier Villarreal las autoridades norteamericanas lograron asegurar 12 propiedades y $83 millones de pesos en efectivo.
El paralelo entre la furia emprendedora de Villarreal en Texas, y la historia del endeudamiento del Estado es ineludible. A partir del tercer trimestre de 2008 se dejaron de publicar estados financieros gubernamentales. En 2009 y 2010 se volvió práctica habitual contratar créditos sin pedir autorización del Congreso, sin registrarlos en Hacienda y sin dar cuenta de su destino. Según un informe de la Auditoría Superior del Estado, al menos $14,000 millones de pesos fueron contratados en estas circunstancias.
El 27 de Mayo de 2009 Coahuila contrató un crédito con Banorte por $2,700 millones de pesos, y no lo registró en Hacienda. Días antes y después ocurrieron las 17 transferencias bancarias. El 29 de diciembre de ese año el Gobierno contrató un crédito con Interacciones por $1,256 millones de pesos, nuevamente sin registrarlo. Ese mismo día el concuño de Javier registró una empresa denominada Alpes Group y comenzó a adquirir propiedades.
Una de estas inversiones fue una casa en San Antonio valuada en $18 millones de pesos, cuyo domicilio corresponde al de un negocio registrado a nombre de la esposa de Javier. Vaya cosa. Esta compra ocurrió en agosto de 2010, dos meses después de que Humberto Moreira firmó el nombramiento de Javier Villarreal en el Satec, destacando su "eficacia, honestidad, y vocación de servicio".
Lo publicado ayer es tan sólo el inicio. La lista sigue. Existen los títulos de las propiedades, el historial de las transacciones, los documentos registrales de las empresas. O la familia de Javier vendió muchas tortillas en Matamoros, o se sacaron la lotería, o le robaron esos millones a todos nuestros hijos. Todo frente a nuestras narices.
Todo frente a sus narices como legisladores locales y distinguidos cuadros del PRI.
¿Cómo confiar en ustedes si parecen empeñados a representarse a sí mismos y a sus partidos antes que a los ciudadanos? Hace meses, podían justificarse diciendo que sus candidaturas dependían de su disciplina.
Hoy ya son candidatos. Hace semanas, podían argumentar que esperarían a que las autoridades actuaran. Hoy el robo es tan evidente como la falta de ganas de investigar. Decir la verdad no es convalidar la guerra sucia ni pecar de deslealtad ni arriesgar un proyecto político generacional. En este caso, decir la verdad es un demostración de liderazgo político y compromiso cívico. No están participando en un round de sombra contra los otros candidatos. Están en una audición, demostrando sus cualidades y defectos a sus posibles representados.
Su silencio sugiere cautela. ¡Qué disciplinados!, ¡qué pragmáticos!, ¡qué limitados serán como representantes! Ganar arrastrados por el factor Peña no es lo mismo que ganar inspirando a los electores. Ambas vías podrán llevarlos al Congreso, pero sólo manteniendo su credibilidad podrán convertirse en palancas de apoyo para el proyecto de cambio que este país necesita.
Enrique Peña Nieto ya se pronunció a favor de que "haya una investigación… que se aplique la ley, no importando de quién se trate". ¿Cuál es su posición al respecto, como políticos, como priistas, como coahuilenses? ¿Cuál es su exigencia a las autoridades federales y locales? Es momento de tomar una posición contundente. Al asumirse como soldados del sistema dilapidan su credibilidad y pierden estatura política. Demuestren su independencia y rompan filas. Es momento de representarnos.
Twitter: @oneflores