Comenté en la columna de la semana pasada que el verdadero nivel de Santos se conocería ante los Xolos de Tijuana, por ser éste un equipo que sabe jugar bien al futbol, que era segundo de la tabla y que se mantenía invicto desde que Mohamed tomó el mando.
Creo que Santos había gozado de la sonrisa de la anhelada Señora Fortuna, que se había hecho presente en los momentos más peligrosos para el equipo. Sin embargo, el Santos que se plantó en la cancha sintética de Tijuana me dejó más que sorprendido: ordenado, propositivo, peligroso, veloz, con personalidad y una clara estrategia de a qué se juega y qué es lo que busca.
Aplaudible la continuidad que Benjamín Galindo dio a su improvisada central compuesta por Aarón Galindo y Rafa Figueroa, que en 3 juegos habían recibido sólo un gol (ahora en 4 partidos, 2 tantos, aceptable). Ya con Felipe Baloy y Santiago Hoyos disponibles, el entrenador decide premiar una buena labor anterior y esa motivación se vio claramente en la cancha: Rafa Figueroa sobre todo dio un partidazo, dejando coraje, cuerpo, garra y amor por la camiseta durante el encuentro. Vaya afortunado problema que tiene Benjamín con este vasto plantel: una vía de solucionarlo es que juegue quien mejor lo viene haciendo, se llame como se llame, sin importar su nacionalidad, costo, sueldo ni pomposo apellido.
Un deleite ver a Santos atacar, a primer toque, con muchas variantes, aunque se falle mucho (es normal, por eso se anotaron tres goles, si no el juego queda 9-3 a favor de los visitantes) pero Suárez es peligroso, Oribe es Oribe, Darwin sumamente rápido, Ludueña inteligente, Juan Pablo con trazos claros, Salinas con disparo, Guty con llegada, variantes. Y eso en el futbol actual es sumamente valioso.
Nadie sobra y un torneo como el mexicano con tantas expulsiones y lesiones, exige una buena banca, pero aún no visualizo a Marc Crosas en este equipo y mucho menos veo por quién vaya a jugar, funcionando Santos tan bien como lo está haciendo hasta el momento. Pero si va a aportar, bienvenido (si no, no).
Excelente Benjamín Galindo en darle continuidad a Cándido Ramírez: entró y se notó de inmediato su ingreso. Conduciendo, gambeteando y tirando a gol. Si no pierde piso por los buenos comentarios que ya hacemos de él y si el cuerpo técnico le da la debida continuidad, éste joven promete.
En hora buena para Santos Laguna, con un liderato merecido, invicto y tres triunfos al hilo. El récord del club es de 5 (igualado por el propio Galindo el torneo pasado) veremos si son capaces de rebasar su propia marca.
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