Será difícil para las futuras generaciones, que abran los libros de Historia del Futbol Mundial, decir la España de quién es (refiriéndonos a un jugador que sea el referente de esta Selección), como se hace perfectamente con otras dinastías.
Lo conseguido por España coloca automáticamente a su generación como una dinastía de las que pocas hay en la historia. Comienza con el Brasil de Pelé (58-70); pasando por la Alemania de Beckenbauer (70-74); la Holanda de Cruyff (74-78); la Argentina de Maradona (86-94); la Francia de Zidane (96-98), ésta quizá la menos fuerte de las mencionadas (cuestión de gustos). Y ahora se suma la España ¿de? ¿Iniesta? ¿Xavi? ¿Casillas? ¿Vicente del Bosque?
Creo la respuesta está en la incertidumbre de la pregunta. España no es de nadie y el de todos sus jugadores. Se conoce al Brasil de Pelé porque simplemente él era una superestrella, pero quizá el Brasil histórico no dependía tanto del famoso 10, debido a los monstruos de la cancha que le respaldaban. En cambio, no se concibe a aquella setentera Alemania de Beckenbauer, ni a la Naranja Mecánica de Cruyff sin sus respectivos artistas. Ahí sí existía una codependencia. Aunque Holanda jugó el Mundial del 78 sin Cruyff, el estilo de juego y la revolución del futbol que ellos crearon en conjunto, persistieron.
El equipo que más ha dependido de su genio ha sido la Argentina del 86. Ahí aplica por primera vez la ecuación: mi estrella, más diez. La albiceleste no iba a coronarse jamás sin Diego, la mayor prueba de esto es que tras ser castigado en el 94 a mitad de torneo, en donde eran los favoritos, el equipo se cayó estrepitosamente. Tras el retiro de Diego, Argentina ni siquiera ha vuelto a disputar una semifinal.
¿Entonces esta España de quién es? La ausencia de respuesta, da la respuesta misma: Un equipo que juega tan mecánicamente como los ibéricos, todos leyendo una fácil partitura, haciendo fácil lo fácil y fácil lo difícil, que no depende directamente de un jugador porque su mismo sistema lo prohíbe, lleva a que no se identifique al importante, porque todos lo son. No imagino esta España sin Iniesta, pero tampoco sin Xavi, ni sin Casillas, ni sin Arbeloa, ni sin Busquets, ni sin… Los dirige Del Bosque, pero mucho de la escuela de Guardiola se ve impreso en este práctico y eficaz España. Hasta en eso es un conjunto.
De modo que en el 2056 cuando usted, amable lector, si aún vive, se refiera a la actual España, ¿cómo lo hará?
aleson2001@hotmail.com
