Contrario a lo que todas las federaciones del mundo hacen, obedecer un decreto organizacional que dicta suspender las diferentes ligas para que las selecciones puedan disputar sus partidos de eliminatoria, el torneo mexicano sí tuvo actividad el fin de semana pasado con sus, por supuesto, consecuencias.
Sabemos que los federativos de nuestro futbol no se destacan precisamente por ser muy sesudos que digamos. En México, don señor dinero ha regido, rige y regirá los intereses comerciales que no pueden ni deben detenerse. De modo que tuvimos juegos sumamente parchados, con demasiados novatos y otros partidos que de todas formas se tuvieron que recandelarizar (válgame la palabra) y para tanto, fue la misma.
Aún así, el partido que presenciamos entre Santos y Xolos fue emotivo. Y tenía que serlo, cuando se le dan tantas oportunidades a jóvenes éstos intentan (deberían, no siempre ocurre) aprovechar dicho espacio que probablemente sólo se presente una vez en la vida. Con tantas ausencias, aún así Benjamín Galindo hizo el milagro de sacar una alineación muy decente. Contar con Oswaldo, Aarón, Guty, Crosas, Salinas, Ludueña y Cándido cualquier equipo lo envidiaría y esos siete titulares son una columna vertebral muy competitiva. Christian Suárez y Gerardo Lugo, a quien pude haber incluido en esta lista para sumar nueve jugadorazos, están en una dimensión aparte, en una realidad alterna y no han querido subirse a lo que ser jugador de Santos Laguna significa.
Lástima, porque este equipo da para que se muestren y puedan destacar en lo individual como tantos lo han hecho antes, si no hay que ver lo realizado por Ludueña. Todos los demás en Santos han tenido terribles sube y bajas, pero Oswaldo Sánchez y Ludueña se han mantenido en serio nivel desde la semana uno.
Con sus dos golazos, Daniel Emmanuel se echó al parchado equipo al hombro, pero ¿por qué nada más él? Por supuesto que estuvo arropado por los jóvenes y la poca gente de experiencia que quedaba en el equipo, pero uno espera que precisamente en este tipo de partidos resurja gente como Suárez o Lugo. Pero al contrario, se vieron hasta peor.
Lo cierto es que Santos supo responder, y aunque el empate en casa nunca es lo más adecuado, el juego fue muy intenso, bastante difícil y ante el mejor equipo de la liga. Trastabillando, pero se va por buen camino.
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