Lamentable la exhibición de Santos Laguna el domingo en la cancha de Toluca, pues no sólo fue goleado de manera impune, sino que a los que creemos que el equipo va a calificar, no nos dejó una esperanza para saber a qué va realmente Santos a la liguilla (si va), si lo merece y si tiene alguna posibilidad válida para repetir como campeón.
Esta condición de monarca parece no importarle mucho al equipo lagunero, dentro de una liga tan pareja se puede perder, es normal, está dentro del presupuesto, pero hay de juegos a juegos. La derrota como local ante un desvalido Pumas, aquél empate contra un desfigurado Jaguares, más la no capacidad para vencer a un enteradísimo Querétaro, está cobrando factura. Si a eso se le añade las actuaciones en León, América y Toluca, la confianza por ver de qué es capaz Santos, se reduce.
Con la anterior descripción, parece que todo es un desastre, pero no es así. Santos tuvo un excelente inicio y de cuando en cuando gana partidos. Sigue teniendo un gran plantel, anotando golazos y en plena zona de calificación, situación de lo más volátil. En cualquier momento estás dentro y en cualquier momento fuera, todo por diferencia de uno, dos o tres puntos.
El calendario es por demás difícil: visitar al acérrimo rival Monterrey, recibir al poderoso Cruz Azul y cerrar en la cancha del Morelia de Romano que conoce a Santos a la perfección. El buen futbol puede estar o no estar, pero el problema de este equipo lagunero para afrontar esta tripleta de juegos, es la actitud en muchos de los jugadores. Oswaldo Sánchez y Ludueña han dado la cara por el equipo, pero la central últimamente es un desorden, los laterales no lo parecen, la media cancha se pierde y los refuerzos no son lo que son.
Si Santos encuentra el ritmo será un equipo muy peligroso en la liguilla, pues ya conocemos cómo le gusta al equipo jugar cuando se encuentran sus elementos en el mejor momento. El plantel campeón no ha sufrido modificaciones de peso, antes se agregó Gerardo Lugo para reforzar lo que ya estaba.
No sé si a tres semanas de que termine el torneo sea momento de replantear, de reconcientizar, porque el amargo trago que dejó el resultado ante Toluca, en lo particular no me dejó buenas expectativas. Espero equivocarme.
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