Después de tres finales perdidas en los últimos cuatro torneos, Santos Laguna encara un nuevo reto, que tras haberse quedado en la orilla, no puede ser otra cosa que obtener el campeonato. También la Concachampions entra en su recta final de eliminación directa, cátedra que el equipo lagunero ha dejado pendiente y que debe acreditar según los planes de internacionalización que tiene el equipo.
La portería está bien cubierta: Oswaldo Sánchez sigue demostrando que es uno de los tres mejores porteros en la liga (aunque ya no sea considerado por Chepo de la Torre), pero sus reflejos, liderazgo y buena ubicación han generado puntos para Santos y eso siempre será bienvenido. Su punto débil siguen siendo las salidas y los balones por aire, cosa que tendrá que corregir.
La defensa para mi gusto sigue siendo el Talón de Aquiles del equipo: la central es una incógnita, Baloy y Hoyos pueden brindar heroicas defensas, pero también pueden traicionar el desempeño con un reclamo o una expulsión y eso no da estabilidad. El objetivo del ya probado Iván Estrada será mejorar 400% Por el lado izquierdo, César Ibáñez merece la oportunidad: Carlos Adrián Morales la recibió más de 30 veces con pobres resultados y no veo por qué un prospecto juvenil, que demostró en las finales su capacidad, no pueda obtenerla.
La media de contención parece bien cubierta por Juan Pablo Rodríguez y Rodolfo Salinas. El problema es cuando uno de los dos se ausenta, no hay quién cubra la posición con la misma eficiencia. Christian Suárez, a pesar de que terminó la liguilla con goles decisivos, necesita pesar mucho más durante los 90 minutos y ser una solución para la media cancha. Ludueña deberá aportar al sector ofensivo, con pases, goles y recorridos, su cometido será terminar por convencer a un amplio sector de la tribuna y de la prensa local.
Adelante Santos cuenta con el mejor delantero mexicano de la liga, si Oribe Peralta mantiene su excelente momento, será una garantía de 10 goles en el torneo que prácticamente metería al equipo a la liguilla. Será acompañado, o por Darwin Quintero o por Hércules Gómez, entre ellos dos, dependiendo del entrenamiento diario, las actuaciones y los juegos, saldrá el segundo atacante. Urgía una presión en la banca para Darwin, que tiene la paciencia del aficionado al filo del agote.
Además, Benjamín Galindo deberá dar oportunidad a los jóvenes, debutar con sentido, surgir nuevos valores con sangre nueva. Toda la suerte al equipo lagunero en esta nueva y difícil aventura 2012.
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