El camino no ha sido fácil. Son muchos años. Son, incluso, muchas décadas. Cuando quien escribe esto apenas se atrevía a proponer algunas líneas, decenas de escribidores por El Siglo ya habían pasado contribuyendo a lo que ahora sigue siendo: un medio veraz que ha sido respaldado por la mayoría lectora de La Laguna.
Sus inicios fueron por demás difíciles, los duranguenses Joaquín Moreno y Don Antonio de Juambelz se aventuraron a crear un periódico que reflejara el acontecer diario de esta palpitante comarca que emergía en los albores de los convulsos amaneceres del siglo XX. La Laguna por aquella década de los veinte era ya una pujante zona agropecuaria y comercial. El cruce de vías ferroviarias ya había destapado lo que a la postre crearía una comunidad vibrante y deseosa de dar un cariz propio a lo que a las orillas del Nazas nacía.
Con el tiempo, El Siglo también crecía, lo hacía a la par de su comunidad. Las páginas que este periódico editaba, intentaron siempre reflejar con veracidad el diario acontecer lagunero regional, nacional e internacional. Esto jamás fue una empresa fácil. Casi a diario se presentaban ocasiones de quienes pedían ser favorecidos en el matiz de los redactores en turno.
Sin embargo, los años pasaron y cada vez los preceptos de Don Antonio insistían en lo que El Siglo había sido creado: un medio serio, veraz y ameno. Y eso es lo que ha ocurrido en estas páginas donde todos los días, se sigue intentando reflejar el sentir de la sociedad.
No, no ha sido sencillo. Todos los días El Siglo trata de decir lo más apegado al equilibrio. Este medio como en su origen, nació para y por los ciudadanos. Hoy quienes participamos en esta aventura estamos ciertos de continuar el sendero que nos ha sido trazado.
El día a día nos consume. Hoy estamos en un período de intercampañas para elegir a quien sucederá a Felipe Calderón en la titularidad del poder Ejecutivo Federal; así como a los diputados y senadores que habrán de constituir el Poder Legislativo Federal, esperando las resoluciones más convenientes para el desarrollo lagunero.
Las circunstancias de hoy no son novedad. La Laguna ha sido muchas veces capaz de salir adelante. Con ella, ha avanzado El Siglo sin pretender en esta posición fijar un espacio para lo que este impreso contribuyó en el desarrollo de quienes aquí hicieron su vida.
Hoy, estamos iniciando la última década para cumplir el primer centenario. Como siempre, se preserva el compromiso de la vanguardia tecnológica así como el estricto apego a los valores fundados.
Estamos de plácemes El Siglo vive porque La Laguna existe. Mujeres y hombres por días, meses y años han contribuido a lo que hoy es una institución eminentemente lagunera y que refrenda como el primer día el ánimo de informar con estricto apego a la verdad.
El martes pasado fue una gran fiesta, se cumplieron ya nueve décadas de perseverar en nuestra misión. Los retos de hoy no son fáciles, pero estamos convencidos que lucharemos para hacer de nuestro medio en plena etapa del siglo XXI el vehículo robusto, serio y ameno, siempre respaldado en la tecnología del momento para continuar siendo un referente más en esta noble tierra del Nazas de la que nos sentimos orgullosos todos.
Eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx