MÁS ALLÁ DE BUENAS INTENCIONES
Algunos dentistas nos hemos dedicado a escribir múltiples artículos sobre diversos temas pretendiendo mejorar una cultura dental ofreciendo información que sirva de estímulo y/o formador de criterios en la población en general; considerando que la educación sea lo conveniente para concientizar en materia de dientes. Sin embargo; independiente a los esfuerzos realizados cuando una persona requiere de atención bucodental en principio el factor que propicia la búsqueda de ayuda, es el dolor, la imposibilidad de masticar o comer o los problemas de estética. En esta realidad también, cada quien encuentra respuesta a sus necesidades de acuerdo a sus posibilidades económicas o cuando las requiere. Sin más conocimiento que contar con un dentista de cabecera o el que se le recomiende para resolver su problema. Cabe considerar importante esta tarea realizada durante años difundiendo información dental, pero ante la crisis socioeconómica que padecemos resulta importante considerar muchos temas adjuntos a la necesidad de la salud dental. Más allá de las buenas intenciones de elevar el nivel de cultura, habría que preguntarnos; ¿y con qué se come?, ¡además de con los dientes! Puesto que resulta preocupante observar el panorama del País con tantos problemas que nos involucra como sociedad afectada en nuestros intereses por tanto en la estabilidad en general. En el ideal de la superación profesional y en el ejercicio de ésta o de otras áreas, nos mantenemos inmersos dejando pasar de frente y de lado factores adversos para la persona y/o desempeño en su profesión. Siendo individuos con espíritu positivo, cabe considerar que estos problemas competen a terceros o algunos cuantos los involucrados de nuestra sociedad principalmente los conocidos como los de la clase política. De antemano; muchos con buenas intenciones y actúan de modo responsables cuando se trata de los destinos de la política y de los problemas socioeconómicos de la región y del país, aunque otros políticos sean sinónimo de engaño, mentira y falsedad. Considerándose en su derecho y más allá de las buenas intenciones la mayoría se sujeta a reglas de grupo e independiente a que los criterios de cada persona partan de los buenos principios, pueden más los intereses personales o del grupo político. Las expectativas para cualquier profesionista o empresa es establecer su negocio e inversión que permita el crecimiento del patrimonio familiar con la posibilidad de cumplir con todas las expectativas y con las responsabilidades; esto además con las buenas intenciones que se encuentran sujetas a las reglas que nos obliga vivir en un Estado de y con Derechos. Difundir sus productos u objetivos del negocio son similares a difundir conceptos o la necesidad de la cultura de salud bucodental, todo esto requiere una sociedad en condiciones para realizar sus legítimas pretensiones cuándo y cómo lo desee dentro del marco legal. En materia de inversión, todos somos responsables en hacer un país o región próspero. Las empresas que buscan dónde instalar sus intereses esperan las condiciones adecuadas a sus conveniencias y lo menos que desean es ser ahuyentados con adversidades. La responsabilidad tal pareciera que sólo se considera de manera unilateral, principalmente por los más obligados en velar por el bien común y no ignorar el sentir de una sociedad; asimismo, al parecer esperan que la sociedad tenga la obligación de pagar los platos rotos sin importar cómo aunque las condiciones de trabajo sean las menos propicias tanto en nuestra ciudad como en el resto del país, sujetémonos a las reglas todos y cada uno de los ciudadanos y responsabilicémonos del presente por un futuro mejor para nuestros hijos.