Costa Rica debe mantener la calma ante el anuncio de Nicaragua de la puesta en operación de una decena de dragas en el río San Juan, lo que es considerado como una nueva provocación a este país, planteó hoy el periódico La Nación.
El ministro de Desarrollo de la Cuenca del Río San Juan, el nicaraguense Edén Pastora, anunció que entrarán en operación las dragas para reducir el daño ambiental que recibe el río por la construcción de un camino, en territorio costarricense, paralelo a la frontera.
La reacción del gobierno costarricense, de indiferencia ante lo expresado por Pastora es correcta, consideró el periódico.
'El anuncio de Pastora sobre el emplazamiento de las diez dragas (...) constituye una nueva provocación frente a la cual Costa Rica debe conservar la serenidad de siempre y su vocación por la resolución de los conflictos mediante el derecho', indicó La Nación.
'La reacción de nuestro gobierno al exabrupto de Pastora es una merecida indiferencia', señaló.
'Pueden meter 500 dragas. Es soberanía de Nicaragua mientras no afecte suelo costarricense', declaró el vicecanciller costarricense Carlos Roverssi, según el diario.
'La solución de Edén Pastora para el supuesto daño ecológico causado por la construcción de una carretera en territorio costarricense, paralela al río San Juan, es meter diez dragas más en el cauce', planteó el diario.
Ello, 'con el objeto de continuar los trabajos iniciados por su gobierno en 2010', expresó el rotativo en alusión al dragado del río San Juan que fluye junto a buena parte de la frontera terrestre entre ambos países-.
Ese dragado desencadenó el conflicto que ambos países mantienen desde 2010, en un punto de la frontera común y que han llevado hasta instancias internacionales.
'La carretera es importante para reafirmar la soberanía nacional en la zona, no sólo frente a los abusos de Nicaragua, sino también ante el embate del narcotráfico, que ambiciona enseñorearse del área para sus fines deleznables', agregó La Nación.
'La vía es necesaria, además, para dejar de depender de los caprichos del gobierno de turno en Nicaragua', según el periódico.