El presidente municipal del Fuerte, Eleazar Rubio Ayala, afirma que requiere del respaldo de la autoridad estatal y del Ejército para evitar actos de violencia. (Archivo)
El presidente municipal del Fuerte, Eleazar Rubio Ayala, dijo que requiere del respaldo de la autoridad estatal y del Ejército para evitar actos de violencia, como los escenificados en el barrio la Chuleta, sindicatura de San Blas, donde siete ganaderos fueron asesinados por disparos de AK/47.
Señaló que se consulta con los miembros del Cabildo y las autoridades estatales para establecer una "especie de toque de queda", bajo la recomendación de que los ciudadanos eviten estar fuera de sus hogares por las noches para no exponerse a la delincuencia.
La noche del miércoles pasado, en el barrio anteriormente mencionado, un número no determinado de arreadores y transportadores de ganado se reunieron para convivir, cuando fueron atacados por un grupo armado con fusiles.
En el atentado murieron Carlos "N", Domingo "N", Fidel "N" Samuel "N", de 76 años de edad, su hijo, Erasmo "N" de 42 y otro ganadero aún no identificado.
Advirtió que no se intenta restringir el libre tránsito, ni la libertad de los ciudadanos a salir de sus hogares a cualquier hora, sólo se busca en forma de recomendación que asuman acciones preventivas, ante esta contingencia que se presentó en la sindicatura de San Blas.
Rubio Ayala externó que le preocupa que estos actos de violencia se presenten en su jurisdicción por lo que gestiona con la Secretaría de Seguridad Pública el reforzamiento de la presencia de la Policia Estatal Preventiva y el envió de elementos del ejército.
Sobre el ataque a ganaderos, encargados del acarreo y transportación de los animales en esa zona, indicó que sólo conoce que la Procuraduría de Justicia del Estado levantó todas las evidencias y que ahora investigadores están a cargo de las pesquisas para identificar a los agresores.
De acuerdo a la información recabada por las autoridades judiciales, en el escenario del atentado, se localizaron remolques para el traslado de animales, camionetas y equipo de trabajo, así como docenas de cascajos percutidos todos de fusiles AK/47.
En ese punto peritos, recolectaron una chamarra tipo militar, la cual se presume era de uno de los agresores, por lo que se analizan sus contenidos y se buscan evidencias que permitan identificar a los agresores.