El presidente panameño, Ricardo Martinelli, se encuentra involucrado en rumores de que aceptó sobornos de un empresario italiano para otorgarle la construcción de cárceles en su país. EFE
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, suspendió hoy el viaje que tenía previsto a México para participar en la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial, para "concentrarse" en aclarar las versiones sobre su supuesta implicación en un escándalo de sobornos en Italia.
"El presidente (Martinelli) está en Panamá, no va a viajar" al balneario mexicano de Puerto Vallarta, donde junto con otros cuatro gobernantes, entre ellos el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, iba a intervenir en el foro económico, dijo a Efe el secretario panameño de Comunicaciones, Luis Eduardo Camacho.
Camacho explicó que Martinelli decidió suspender el viaje para "concentrarse en limpiar la imagen" del país frente a los "rumores" que lo vinculan a una trama de sobornos que investiga la Justicia de Italia.
Ese caso tiene como principal protagonista al exdirector del diario Avanti, Valter Lavitola, quien ha sido detenido en Italia acusado de "chantajear" al ex primer ministro Silvio Berlusconi.
"El gobierno panameño no tiene ninguna preocupación por temas" que solo competen a Italia y en los que "están tratando de involucrar a Panamá", pero las versiones que circulan en medios de locales y extranjeros "afecta la imagen no del presidente, sino del país", sostuvo Camacho.
El diario panameño La Prensa publicó este martes que una investigación de la fiscalía de la ciudad italiana de Nápoles "identifica" a Martinelli "como una persona que recibió" supuestamente por órdenes de Lavitola, "utilidades y sumas de dinero en efectivo en relación con un fallido contrato para la construcción de cuatro cárceles" en Panamá.
"Son rumores sobre supuestas informaciones provenientes de autoridades italianas" no identificadas y que además "son contradictorias", porque hablan de un presunto contrato "que no existe", y, por tanto, no pueden existir tampoco los sobornos, argumentó Camacho en entrevista telefónica con Efe.
Martinelli rechazó este martes que haya recibido dádiva alguna de parte de Lavitola, a través de su cuenta en Twitter, donde además se quejó de que como gobernante "debe aguantar" que le digan "de todo".
"En lío Lavítola no he recibido un céntimo. La supuesta plata que recibí en Brasil quedó en la cuenta de Pesqueira Lavitola que no conozco", escribió el gobernante esta mañana en su cuenta de Twitter.
También el lunes Martinelli se refirió al asunto en Twitter al negar que alguna empresa italiana construya cárceles en Panamá.
El ministro de Gobernación, Jorge Fábrega, explicó el lunes que en el marco de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado por Panamá e Italia en 2010, se exploró la posibilidad de construir cárceles en tres regiones del país, pero que el "Gobierno panameño decidió no aceptar" las propuestas presentadas por un consorcio italiano debido a los altos costos.
Fábrega también negó ayer que Lavitola "participe en algún contrato en Panamá", al salir al paso a versiones de la prensa local según las cuales el exdirector del rotativo sirvió de intermediario en negociaciones de compras públicas panameñas a firmas italianas.
El diario La Prensa publicó el lunes que Lavitola "jugó un papel clave en la formalización" en 2010 de la compra panameña de seis helicópteros, 19 radares y un mapa digital a la empresa italiana Finmeccanica por 250 millones de dólares.
La empresa Augusta Westland, filial de la italiana Finmeccanica en Panamá, aclaró ayer mismo que la negociación del contrato para esa venta se hizo directamente con el Estado panameño, "No hemos dado ni un centavo a ninguna empresa intermediaria", y el "precio (del contrato) es el justo", afirmó en rueda de prensa el portavoz de la empresa, Marco Acca.
Lavitola, acusado por la Justicia de Italia de instigar a dar falso testimonio, entre otros delitos, fue arrestado el lunes a su regreso al país europeo desde Argentina, donde se había refugiado.
Según las investigaciones judiciales italianas, Lavitola era el intermediario entre Berlusconi y el empresario Giampaolo Tarantini, que se encargaba de conseguir mujeres para las fiestas del exgobernante.