Durango

Talarán más de dos millones de árboles

Daños. Así están quedando varios predios boscosos, tienen que ser deforestados porque los pinos presentan fuertes cantidades de plaga que al final los mata por lo que los pinos tienen que ser derribados.

Daños. Así están quedando varios predios boscosos, tienen que ser deforestados porque los pinos presentan fuertes cantidades de plaga que al final los mata por lo que los pinos tienen que ser derribados.

SAúL MALDONADO

Cálculos conservadores estiman que se tendrá que derribar al menos dos millones 100 mil pinos de diferentes tipos del bosque duranguense por tener plaga; de no hacerlo el daño puede aumentar, son estos árboles plagados los que le dan actualmente a la sierra ciertos matices del desastre.

Durango cuenta con un total de cinco millones de hectáreas boscosas de las cuales, 54 mil están afectadas por plagas y de éstas, siete mil tendrán que ser deforestadas para acabar con este problema.

De acuerdo a los especialistas, por cada hectárea de bosque maduro, es decir, el bosque que sólo se regenera, existen entre 300 y 500 pinos de diferentes tamaños, y tomando el cálculo más conservador, se hablaría de dos millones 100 mil pinos los que tendrán que ser derribados para acabar con este problema antes de que siga avanzando.

Las cifras hablan de un daño forestal, pero estéticamente, el bosque de Durango luce colores otoñales, semejantes a los que muchos han visto en fotografías de bosques canadienses, con colores verde, verde limón, naranja y rojo, lamentablemente, a pesar de lo hermoso que pudiera verse, es un claro reflejo del daño existente.

 EL PAISAJE DE COLORES La sierra de Otinapa en el municipio de Durango, la zona llamada como "transición" por encontrarse en un valle que une a la parte alta con la baja, a la sierra Madre Occidental con la de Canatlán, es las más afectada hasta el momento por la falta de agua lo que refleja árboles muertos, otros con plaga, muchos con estrés hídrico y varias zonas deforestadas.

También, esta zona nos refleja un hermoso paisaje, por las mañanas neblina y conforme avanza el sol se puede observar desde la carretera las dos sierras, la Madre Occidental por un lado y por el otro la de Canatlán.

En ambos lados el Sol nos presenta una postal nunca antes vista en la entidad duranguense, y seguramente en el país, las dos sierras con árboles de diferentes matices, cuatro colores diferentes, lamentablemente todos son pinos, el rojo que es el árbol muerto, el naranja que es el árbol con plaga, el verde limón es un árbol estresado y el verde, el color natural de los pinos. A lo lejos una bella imagen, a lo cerca, una triste realidad, los matices de un desastre.

José Apolinar Sánchez Nuñez es el comisariado ejidal de Rodríguez Puebla, ubicado en el Valle de Otinapa, con tierras forestales, pero también para siembra y ganadería, lamentablemente ninguna de las tres actividades ha resultado benéfica en este 2012.

La siembra desde el año pasado no ha sido buena, es más, "no hemos tenido nada qué cosechar, el año pasado no se dieron las siembras por la falta de agua", comenta.

El ganado se tuvo que vender para poder sobrevivir, quedan pocos animales, pero esta actividad fue la que los salvó a las 30 familias que habitan en el ejido, porque la actividad forestal ha sido este año un dolor de cabeza.

El ejido cuenta con más de dos mil hectáreas forestales, sin embargo, alrededor de 500 presentan arbolado muerto, plagado o dañado por el estrés, es decir, pino con diferente color al original.

En mayo de este año tuvieron que talar completamente 75 hectáreas de bosque porque el pino se encontraba totalmente plagado y muerto, y para evitar que el gusano descortezador avanzara con el arbolado bueno, se derribó.

Para mediados de junio tuvieron que volver a deforestar 90 hectáreas de bosque que se encontraban dañadas por la plaga.

Ahorita, señala que sigue existiendo mucho árbol plagado, otro tanto totalmente muerto y otros más que presenta un color verde limón, es decir, no está sano, pero tampoco se encuentra dañado en su totalidad, "se puede salvar".

Lamentablemente los árboles con colores otoñales como el rojo o naranja, "ésos ya no, hay que derribarlos porque ya no sirven o están muertos o están por morirse, pero ya no se salvan", comenta.

Señala que afortunadamente las autoridades de la Semarnat les han dado autorización para vender el arbolado muerto que se sumará a los metros cúbicos autorizados para su explotación comercial de este año. El precio no es el mismo, pierde calidad, pero al menos podrán sacarle algo de provecho.

El Siglo de torreón/ Armando Acevedo

Leer más de Durango

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Durango

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Daños. Así están quedando varios predios boscosos, tienen que ser deforestados porque los pinos presentan fuertes cantidades de plaga que al final los mata por lo que los pinos tienen que ser derribados.

Clasificados

ID: 767631

elsiglo.mx