Dinero. Los exbraceros acuden todos los días al banco para entregar su papelería y cobrar el dinero que les corresponde por haber trabajado en Estados Unidos.
Don Julián Viesca Ruiz tiene 86 años de edad y en su juventud trabajó en Estados Unidos. Después de tantos años de lucha para recuperar su dinero, está apunto de quedar fuera de los apoyos del programa de Braceros del Gobierno Federal.
Don Julián es originario de Lequeitio, ejido del municipio de Francisco I. Madero, y no pierde la esperanza de recuperar el dinero que le corresponde por su trabajo como bracero en Estados Unidos, el problema es que jamás le entregaron la credencial.
"A los trabajadores les daban una credencial que los acreditaba como braceros, pero a mí jamás me la dieron. Sólo tengo una carta de la Secretaría de Gobernación donde dice que trabajaba en Estados Unidos como bracero y es la que enseñaba cuando estaba allá, y espero que ahora me sirva para recuperar el dinero".
El Gobierno Federal inició la entrega total de los apoyos a los extrabajadores o a sus beneficiarios que participaron en el Programa Bracero, entre 1942 a 1964, porque no recibieron el pago del fondo de ahorro.
Don Julián Viesca Ruiz acudió ayer miércoles al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) para pedir información sobre los pasos que debe seguir para cobrar su dinero porque no aparece en la lista de beneficiarios.
"Me tienen que pagar con la carta de Gobernación, es lo único que tengo para comprobar que trabajé en la pisca en Estados Unidos. La primera vez que fui tenía como 19 años, lo que pasa es que ese año no llovió nada y no había trabajo, por eso el gobierno nos metió de braceros para darnos algo de vida".
Trabajó en varios estados como bracero y todo el dinero que ganaba se lo enviaba a su esposa. "Me acuerdo que llegué a juntar como 500 libras de algodón".
Dice que los trabajadores de La Laguna eran de los mejores porque estaban acostumbrados a piscar algodón.
"Aunque nos pagaban la libra a lo que se les diera la gana, pero nos alcanzaba para mantenernos y mandarle a nuestras familias", señala don Julián Viesca.