En las últimas dos semanas he dedicado este espacio y mi tiempo a leer y reseñar los libros de los tres precandidatos a la presidencia de México. Empecé hace dos semanas con el de la ya oficial precandidata del PAN, seguí la semana pasada con el que encontré del precandidato único del PRD y esta semana la dediqué a México, la gran esperanza. Un Estado eficaz para una democracia de resultados, de Enrique Peña Nieto, el precandidato único del PRI.
Empiezo por lo que ya es conocido por casi todo mundo: hay una fuerte sospecha de que Peña Nieto no escribió el libro. Al ser entrevistado en ForoTV , Peña Nieto dijo "ni soy autor de la propuesta, sí de la idea", al contestar sobre la idea de crear un sistema de seguridad social universal. La sospecha también se alimenta de que en el libro se recoge un conjunto de propuestas presentadas por organizaciones como México Unido Contra la Delincuencia o de libros como Un futuro para México, de Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín, y del libro Buenas Intenciones, malos resultados, de Santiago Levy, así como de otros libros que han sido publicados en los últimos meses que presentan proyectos de cara al 2012. Finalmente, el libro de Peña está lleno de citas abundantes de una vasta colección de libros. Si Peña los hubiese leído realmente, no habría cometido la pifia de la Feria Internacional del Libro.
Dejando de lado ese argumento, el libro de Peña Nieto está bien construido. Es un documento programático, que bien podría parecer un Plan Nacional de Desarrollo para el sexenio 2012-2018. Básicamente, Peña propone lo siguiente: 1) que los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales sean realmente ejercidos y disfrutados por la población. 2) que México aproveche su potencial económico y crezca como lo hacen países como Brasil, India, China y Corea del Sur, principalmente y 3) que México recupere su liderazgo como actor global. Para todas esas propuestas, dedica 8 capítulos y casi 200 páginas con una serie de propuestas que van ramificándose en los particulares. El eje conductor es la idea de que nada de ello será posible si no hay una reforma fiscal que dé el presupuesto necesario.
Peña Nieto parte de la premisa de que México ha desperdiciado los últimos doce años de la alternancia enfrascado en un "Estado disfuncional". Éste ha sido rebasado por los contraejemplos que ofrece de otros países que crecen, mientras nosotros estamos inmersos en lo que él llama un "sistema político desconcentrado", con fragmentación del poder político, pero sin tocar la concentración del poder de estructuras económicas y sociales". Y es éste el argumento que más me preocupa.
Cada una de las propuestas que hace el libro debe ser sometida a un ejercicio de revisión. Con algunas se puede coincidir, como por ejemplo con la idea de reformar el sistema educativo, para que los estudiantes pasen ocho horas en las escuelas; a otras propuestas les falta definición, como en la visión que esboza el libro sobre la "nueva" política de seguridad o con su visión de México como actor global en el que puja por un México más comprometido con el mundo, pero con silencios en torno a temas como Cuba, Venezuela y la reforma de la ONU. Con otras propuestas se puede disentir, como con la propuesta de crear mayorías artificiales en el Congreso para que el presidente en turno pueda construir ese "Estado eficaz" al que se refiere el libro.
Su propuesta política ya ha sido ampliamente debatida en varios espacios, yo aquí mencionaría que leer los argumentos del libro crean la impresión de que Peña no ve el ejercicio del poder como un diálogo, sino como una imposición. La idea de crear mayorías legislativas suena a un político que no quiere "perder el tiempo" dialogando con el Legislativo, a un hombre que ve en los gobiernos divididos un obstáculo para gobernar, en lugar de una oportunidad para crear las mejores políticas públicas y aquí hay un eco al viejo PRI, o al PRI de siempre.
Al respecto, los párrafos de autocrítica a las siete décadas del poder del PRI son débiles y demasiado generales. No hay una autocrítica al ejercicio del poder del mismo Peña en su estado y tampoco queda claro a qué se refiere cuando habla de ese "nuevo PRI" que pregona, ya que no hay mucha diferencia entre las propuestas de Salinas de Gortari y de Zedillo con las suyas. Toca revisar con lupa su gobierno en el Estado de México.
Termino entonces este ejercicio. Confieso que disfruté leer los tres libros, que son distintos en formato, distintos en propuestas y distintos en torno a los personajes que los firman. Creo que la lectura de estos libros y un seguimiento de los debates en los que se enfrentarán los tres candidatos es necesario para tomar una decisión informada sobre el voto en julio. Ojalá más gente lo haga.
Politólogo
E Internacionalista
Twitter @genarolozano