Luego de casi 4 horas de discusión, los magistrados acordaron -en una votación de seis contra uno- rechazar la resolución y retornar el caso para su posterior resolución.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no supo qué hacer con una impugnación presentada por PRD, PT y Movimiento Ciudadano contra la decisión del IFE de destruir las boletas del proceso electoral 2006.
Los partidos de izquierda presentaron un recurso contra la decisión de destruir este material, tomada por el Consejo General del IFE, el pasado 3 de octubre.
Sin embargo, cambió de parecer, luego de que el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informara que Rafael Rodríguez Castañeda había presentado un recurso para tener acceso a esas boletas y decretara una medida cautelar ante la inminente destrucción.
El cambio de posición fue votado por el Consejo General, el pasado 14 de noviembre.
Al recibir la impugnación de la izquierda contra un hecho suspendido momentáneamente, los magistrados del tribunal reconocieron no saber cómo procesarla.
El proyecto de sentencia elaborado por el magistrado Manuel González Oropeza proponía sobreseer (dejar sin curso el procedimiento antes de analizarlo a fondo) el caso, dado que el cambio de posición del IFE lo había dejado sin materia.
Sin embargo, el magistrado Pedro Penagos aclaró que ello no era posible, porque el acuerdo para destruir las boletas no había sido revocado, únicamente estaba suspendida su ejecución hasta que la ONU determinara lo conducente.
De sobreseer el caso, consideró, los partidos de izquierda quedarían sin posibilidades de impugnar el mismo hecho, si el IFE finalmente decidía destruir los documentos.
González Oropeza respondió que el sobreseimiento no impedía a la izquierda volver a impugnar: “No es cosa juzgada, evidentemente. El partido quejoso podrá impugnar cuantas veces (y lo ha hecho por cierto) desee los nuevos actos derivados ya ahora de la acción internacional”.
El propio presidente del Tribunal, Alejandro Luna Ramos, reconoció que el órgano se enfrentaba a un escenario inédito.
Luego de casi 4 horas de discusión, los magistrados acordaron (en una votación de seis contra uno) rechazar el proyecto de sobreseimiento y retornar el caso para su posterior resolución.
