El defensor de los derechos humanos de Bahrein, Abdulhadi al-Khawaja, sentenciado a cadena perpetua por su implicación en la revuelta popular de 2011, puso hoy fin a un ayuno de 110 días, mientras otro activista fue liberado bajo fianza.
Al-Khawaja, de 51 años de edad, puso fin a la huelga de hambre que mantenía desde febrero pasado en protesta contra su encarcelamiento después de ser sentenciado a cadena perpetua por un tribunal militar en junio de 2011, informó su abogado Mohammed al-Jishi en Twitter.
La hija del activista, Maryam, escribió en la red social que pese al fin del ayuno, su padre boicoteará las sesiones de una corte civil -que volverá a juzgarlo- porque son “injustas”.
“Considera que el principal objetivo de la huelga de hambre de su padre (obtener la libertad) no ha sido conseguido, pero sí su propósito general de ayudar a los activistas a denunciar las violaciones de derechos humanos que ocurren en Bahrein”, afirmó Maryam.
Al-Khawaja fue condenado a cadena perpetua por un tribunal militar en junio pasado, aunque la justicia ordenó que volviera a ser procesado, en esta ocasión por una corte civil, reportó la cadena árabe Al Arabiya.
El activista y otros 20 fueron declarados culpables de conspirar para derrocar al Estado por el Tribunal de Seguridad Nacional (de carácter militar), sin embargo, sólo siete, incluido al-Khawaja, fueron condenados a cadena perpetua.
El fin del ayuno de al-Khawaja sigue a la liberación bajo fianza de otro activista de Bahrein, Nabeel Rajab, detenido a principios de este mes por usar sitios de redes sociales para incitar a manifestaciones y supuestamente difamar a las fuerzas de seguridad.
A Rajab, quien pagó 800 dólares como fianza, se le prohibió viajar fuera del país como condición para su liberación, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Rajab, presidente del Centro para los Derechos Humanos de Bahrein, ha condenado regularmente lo que considera una constante represión de las protestas por parte del gobierno.
Desde el inicio de las protestas en febrero de 2011, cerca de 70 personas han muerto en el país, según datos de la oposición, que también ha denunciado detenciones indiscriminadas y violaciones flagrantes de los derechos humanos.