Afluencia. La mayoría de las pescaderías acumulan largas filas en tiempo de cuaresma.
Además de una época de reflexión y de paseo o vacaciones casi obligadas, la semana Mayor es también una época del año en que distintos sectores económicos se reactivan.
Las pescaderías, por ejemplo, lucen abarrotadas como pocas veces en el año. Prácticamente todos los días de la semana, las familias buscan incluir en sus comidas un platillo tradicional hecho a base de este tipo de carnes blancas.
Y aunque los precios no son precisamente bajos, las amas de casa hacen un esfuerzo para ajustar el presupuesto.
El sector Turismo es otro de los beneficiados, pues el número de paseantes y viajeros se incrementa hasta en un 60 por ciento.