El defensa Hugo Ayala se barre para despojar a un rival del balón, durante el encuentro que los felinos ganaron ayer en Morelia. Tigres le pasa por encima a Morelia
Por si alguien dudaba del campeón Tigres, está más vivo que nunca. Porque aunque las críticas al estilo medroso, pero efectivo de Ricardo Ferreti seguirán, la realidad es que la efectividad está en su punto máximo.
Tigres está en semifinales. Tigres se enfrentará en contra de Santos en la repetición de la final del torneo anterior, Tigres quiere refrendar su corona al golear 1-4 a Morelia (global de 1-5).
Fue quizá la serie más deslucida de los cuartos de final. Los goles, sobre todo en la vuelta, llegaron después de más de 150 minutos de lucha, del gobierno del músculo sobre la inspiración, porque Morelia sólo se desdibujó cuando Hugo Ayala aprovechó que su tiro fue desviado por Hugo Ayala y se le coló dramáticamente a Federico Vilar [64'].
Después de eso, Morelia vino a menos. En dos minutos [74' y 76'], con anotaciones de Lucas Lobos y Edno Cunha, dejó de nueva cuenta en el camino al Morelia del Jefe, que todavía aguantó un penalti al final [90'] marcado por Elías Hernández .
La dictadura del movimiento impuesta por Ricardo Ferreti en Tigres, no la pudo vencer Boy y sus Monarcas Morelia.
Los felinos echaron cadena sobre cadena en el gol de ventaja que trajeron de Monterrey, para que adelante, con tres atacantes, aprovecharan los espacios dejados por los ambiciosos Monarcas.
Boy apostó por la velocidad en el ataque, por el juego aéreo en los corners y por desgastar la bien plantada defensa norteña, que con Carlos Salcido con el músculo por delante nada dejaba pasar. El primer tiempo pasó sin jugadas de real peligro, fue hasta el segundo cuando el joven Ángel Sepúlveda tuvo las dos oportunidades más claras y ambas las desperdició.
Tigres esperó y mató. El primer gol fue con suerte, los otros tres sobre la moral vencida de los morelianos. Miguel Sabah [85'] le puso número a la casa, número que sólo queda para la anécdota porque la realidad es que el campeón está de pie, Tigres defiende su corona con las garras.