Una vida. El profesor Palemón Gutiérrez Rodríguez tiene 60 años al servicio de la educación.
Si llegar a los 60 años de edad es difícil, cumplir los 60 años de servicio lo es aún más. El profesor Palemón Gutiérrez González tiene la dicha de tener seis décadas trabajando para la educación. En 1952 comenzó a ejercer su carrera y desde entonces no ha cesado.
El profesor es originario de Ocotitlán Metepec, Estado de México. Su inspiración para ejercer la docencia fue una Normal rural que se encontraba cerca de su ciudad natal, según sus propias palabras, estaba a 50 kilómetros. Es la Escuela Normal Rural Lázaro Cárdenas, de Tenería, Estado de México.
Su sueño era ser militar de carrera, pero su padre le pidió primero estudiar la Normal. Bastó con acudir al Servicio Militar para que cambiara de opinión.
"Cuando estaba en la Normal me tocó ir al Servicio Militar obligatorio, dije 'me quedo en la Normal'", comentó.
Con voz entrecortada, el profesor narró la experiencia de su llegada a La Laguna.
Había solicitado su cambio, después de dos años de trabajar para una escuela de su estado natal. En una visita a la región le gustó el clima y la altura.
"Cuando yo llegué el director que me vio llegar me habló por mi nombre. 'Palemón, por qué no habías venido'. Era muy característico que en el Estado de México teníamos que ir de traje a dar clases, por eso cuando llegué aquí me distinguió", dijo. En aquel entonces La Laguna de Durango tenía cinco zonas escolares. Actualmente tiene 33.
A su llegada, el profesor fue enviado a Paso Nacional, en el municipio de Nazas, Durango.
El camino de acceso era de terracería, no había luz, agua y en la escuela ni siquiera bancas.
"Le dije al director 'me voy a regresar en la siguiente corrida', y él me cuestionó: 'Profesor, ¿qué usted no viene de una Normal rural'-, dije 'las escuelas del Valle de México son escuelas tipo, aquí los niños están sentados en el suelo, no hay mesabancos, no, no me gusta'. Me acordé que cuando me gradué, el maestro me dijo que en una escuela no debería haber edificios lujosos, sino nada más alumnos para trabajar", dijo.
Duró 17 años como docente. Ahí se casó y formó una familia numerosa, siete hijos. A su salida de Paso Nacional, para radicar en Lerdo, ya era director, luego obtuvo la plaza de supervisor, desempeñó cargos en el sindicato y posteriormente fue jefe de Sector en el municipio de Gómez Palacio, cargo que continúa desempeñando. En sus seis décadas de experiencia, el profesor hace una comparación entre los maestros en tres etapas.
"En la primera vi maestros con mucha vocación profesional, después una etapa donde siguió un proceso de capacitación y preparación en metodología y ahorita no, ahorita se están capacitando, pero no con una metodología apropiada para la enseñanza sino para querer resaltar la educación como una educación especial, ahorita los maestros ni vocación ni metodología tienen".
Para mejorar la educación, reconoció que hacen falta maestros con vocación, pero también autoridades con capacidad para dirigirla.
