EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

¡Todos bien calladitos!

PATRICIO DE LA FUENTE

"Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra" —Georges Clemenceau

"Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad". — Miguel Delibes

Pocas cosas tan absurdas e incomprensibles hasta para los mismos integrantes del IFE, como la ley electoral de nuestro país. Desde hace varias semanas hasta que termine el mes en curso -recordemos que las campañas inician formalmente el día 30 de marzo- los candidatos a la Presidencia de la República están impedidos a hacer proselitismo, aparecer en spots, dar discursos, acudir a actos masivoso invitar al electorado a votar en uno u otro sentido. Dichas restricciones son consecuencia de la malograda y mediocre reforma electoral de 2007. En fin, que así suelen hacer las cosas nuestros flamantes legisladores: al vapor y con esa parsimonia que sugiere que en México todo es postergable, que nada urge, que el futuro jamás nos alcanzará.

Frente a la veda electoral, se esperaría que Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, respetasen los preceptos del IFE manteniendo sepulcral silencio hasta que la ley indique lo contrario. Si bien en apariencia ninguno de los tres parece haberla violado hasta ahora, en sintonía con la hermosa costumbre nacional de salirse por la tangente, los tres encuentran formas de hacer ruido sin que ello signifique una sanción por parte de la autoridad electoral. ¿O a poco estimas, querido lector, que últimamente andan muy quietecitos? Hasta la pregunta es necia.

Los candidatos no aparecen en mensajes publicitarios, pero ciertamente otros lo hacen por ellos. Tomemos como ejemplo el caso del actor Héctor Bonilla, quien en un anuncio difundido hasta el absurdo cansancio afirma "no pertenecer a ningún partido político, ser un ciudadano -qué bueno que lo deja en claro, faltaba más- y estar harto de la forma en como nos han gobernado siempre", al tiempo que nos invita "a cambiar de historia". Al final, los logotipos del PRD y del movimiento MORENA. Sobre López Obrador no hay mención alguna; ello iría en contra de la legislación electoral.

No habrán actos masivos de campaña, pero sí reuniones frecuentes y "en privado" -que los medios de comunicación nacionales se aprestan a difundir- con diversos actores sociales, políticos y económicos. Los candidatos recorren el país a sus anchas y se presentan ante distintos foros bajo el ánimo de dejarse ver a como dé lugar y no ser olvidados por el pueblo de México y mucho menos -Dios los libre-, por los gobiernos extranjeros. Si ello no puede ser tildado como actividad proselitista, entonces tú y yo debemos ser tontos o tremendamente ingenuos. Del IFE mejor ni hablar.

Y hablando de poderes de facto, hace un par de días los suspirantes -todos muy bien portaditos y luciendo sus mejores galas- se reunieron con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el marco de su visita a México con miras a "fortalecer la relación bilateral". En estricto orden alfabético y por espacio de cuarenta y cinco minutos, Andrés Manuel, Enrique y Josefina, dialogaron con el político estadounidense y aprovecharon la ocasión para exponerle su postura sobre diversas cuestiones. A mi juicio, más que un intercambio de ideas, la reunión con Biden puso en evidencia que aunque se diga lo contrario, nuestro comportamiento con los gringos sigue siendo de sumisión y agachismo. Dicho vulgarmente, Biden vino a medirle el agua a los camotes y a pasar revista.

Lo que seguramente ninguno de los tres candidatos imaginó es que afuera del elegante hotel capitalino donde aconteció la cita, se encontraban apostados decenas de reporteros y cámaras en espera de su arribo. Siempre solícitos y en atención al cuarto poder, ni prontos ni perezosos hicieron propio el momento para "informarle a la nación" los pormenores del encuentro. De proselitismo y lucimiento personal, nada. Fue en aras de comunicar.

No hay spots para salir a defenderse, pero sí cuatachos que nos asusten a los malos. Ahí está el caso de Francisco Labastida Ochoa -gran perdedor de la contienda de 2000- quien en una desafortunada declaración afirmó que Enrique Peña Nieto "sí tiene cerebro", por si alguien osaba a pensar lo contrario. O el mismísimo Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, que aprovechó el encuentro con los consejeros del Grupo Financiero Banamex para mostrar los números de una encuesta presuntamente elaborada por la Presidencia que coloca a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, "a sólo cuatro puntos de distancia" del abanderado tricolor. Ello tampoco es protelitismo a favor de su partido, cabe aclarar. Seguramente Calderón lo hizo atendiendo a la republicana necesidad de mantener informados a los banqueros de México.

En las pantallas televisivas no habrá un golpeteo frontal; no se puede decir lo mismo de lo que acontece en las redes sociales. Aunque a título personal los candidatos se encuentran legalmente impedidos para pedir el voto ciudadano, a través de Facebook y Twitter sus equipos digitales están avocados a la difusión del ideario de cada uno de ellos, a enlodar al contrincante y a esparcir un sinfín de rumores sin fundamento, la mayor parte del tiempo utilizando cuentas fantasma. En Twitter existen miles de usuarios que carecen de seguidores, pero curiosamente siguen a las cuentas oficiales de los tres candidatos y se dedican a alabarlos de forma inmisericorde. No en balde la comunicación digital es una de las profesiones más redituables en la actualidad. Ojo: tampoco es proselitismo…

Ante los ejemplos que anteriormente mencioné, estimo que imponer una veda electoral es ilógico. Finalmente los partidos políticos han encontrado la forma de darle la vuelta y no respetan mucho que digamos al Instituto Federal Electoral, un organismo que como casi todas las instituciones en México, se encuentra desprestigiado y hoy goza de poca credibilidad. Urgen reformas que garanticen la libre expresión de las ideas y campañas cortas pero sustanciosas.

Mientras ello no ocurra, en sintonía con formas de conducta tan características en la política, los candidatos a puestos de elección popular hallarán maneras de saltarse la ley o pasársela por el Arco del Triunfo. Es que así se estila aquí…

Twitter @patoloquasto

También me puedes leer en http://elcuakdelcanard.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 716254

elsiglo.mx