SERÁ finalmente hoy, cuando faltan unas cuantas horas para comenzar la nueva temporada de la Liga Mexicana 2012, que los Diablos Rojos terminen con el misterio que los ha acompañado durante su preparación en Mazatlán y Oaxaca. Aunque en esta ocasión tuvieron un juego en la ciudad de México, en donde le dieron una paliza al equipo de la liga del PRD, en el que se incluyeron tres largos jonrones, la verdad es que todo lo que vendrá este año por parte del líder en campeonatos y en ser superlíderes, se conocerá hasta hoy desde las 12 del día aproximadamente en la conferencia de prensa. Se esperan naturalmente bastantes sorpresas con los movimientos definitivos, ya que el viernes van a jugar en Cancún contra unos Tigres que se quedaron sin su principal juguete de pretemporada, José Canseco.
Y para el domingo tendremos, a las cuatro de la tarde, esperamos que ya se hayan pasado los días de granizo y lluvia, el siempre ansiado juego de Tigres y Rojos en un Foro Sol que cada año es mejorado para beneficio de todos.
Hace un año los Diablos fueron los mejores en la temporada regular con 63 ganados y 40 perdidos para un promedio de .612. Sin embargo las marcas de los Rojos en todos los tiempos la lograron en 1995 cuando Marco Antonio Vázquez fue el manager y lograron un formidable promedio de .708 con 80 ganados y 33 perdidos, aunque en la serie final perdieron con los Sultanes de Monterrey.
Su segundo mejor promedio de ganados y perdidos lo lograron en 1956 con .692 al ganar su primer campeonato con el inolvidable Lázaro Salazar de manager y con 83 ganados por 37 perdidos. En 1997, manejado otra vez por Marco Antonio, tuvieron .686 con 83-58, y en el 2002, ya estando Bernie Tatis al frente, terminaron con .673. Por cierto, Marco Antonio Vázquez es el manager de Liga Mexicana con mejor porcentaje de ganados y perdidos, pero desgraciadamente lo ha olvidado el beisbol de la Liga Mexicana, que este año tiene fuera a varios timoneles de gran fama.
Aunque ya se dan trofeos al campeón de la Zona Norte y al de la Sur, sigue faltando el trofeo al superlíder de cada temporada.