El lunes por la noche en San Diego se escribió historia cuando el sospechoso Ryan Braun de los Cerveceros de Milwaukee se convirtió en el primer bateador en el nuevo estadio "Petco Park" en conectar tres jonrones en un juego y estuvo a un tris de lograr el cuarto que hubiera empatado el récord de todos los tiempos.
Pero antes de tener una última oportunidad de batear en la novena entrada tuvo que vencer la idiotez del mánager Ned Yost que nuevamente nos demuestra la pobreza que hay entre los timoneles del mejor beisbol.
Para que pudiera batear Braun en el noveno necesitaba que se embasaran dos bateadores de los Cerveceros y cuando uno llegó a primera base vía golpe, el mánager lo mandó al robo para ser atrapado en una revirada del relevista zurdo.
Afortunadamente el pitcher dio dos bases por bolas y eso le dio la oportunidad a Braun de ir por el cuarto cuadrangular y se vivió un momento intenso en este juego puesto por una cadena de cable. El mánager de Padres, el pobre Buddy Black, dejó al zurdo contra el derecho que llevaba tres jonrones a pesar que el juego estaba 6-3 a favor de Milwaukee.
Ya en dos strikes conectó Braun una tremenda línea por el jardín derecho que parecía tener oportunidad de irse sobre la barda para el cuarto jonrón, pero la pelota picó poco antes de llegar contra la barda y fue un triple que produjo dos carreras. De esa manera Braun tuvo una noche formidable de tres jonrones y un triple, 15 bases ganadas con sus hits y seis carreras empujadas.
Lo de que en San Diego no se pueden dar tantos jonrones es todo un cuento y allí conectaba el californiano Adrián González más cuadrangulares que los que da en Boston.
Ryan Braun fue elegido el Más Valioso de la Liga Nacional en el 2011 pero entonces se descubrió que estaba muy pasado en una de las sustancias prohibidas. Ya tenía el castigo de 50 juegos para este año cuando presentó su queja con abogados que le salvaron el cuello, anulándose el castigo. Sin embargo muchos piensan que el Comisionado Bud Selig fue el que arregló la situación.
