Con un hit que conectó el domingo el todavía formidable shortstop Derek Jeter ha quedado a solamente un hit de alcanzar la cifra de los 200 imparables en la temporada del 2012, lo cual es toda una hazaña para cualquier bateador y sobre todo en el caso del capitán de los Yanquis ya que tiene 38 años de edad y la mayoría pensaba que iba hacia abajo. Es octava ocasión en su gran carrera que va a llegar a los 200 imparables o más en una campaña y con ello demuestra ampliamente su gran consistencia y la razón por la que está ya en el décimo lugar de todos los tiempos al pasar al formidable Willie Mays.
Es una de las cifras mágicas que tiene el beisbol de Ligas Mayores, batear sobre .300 es una, empujar 100 carreras o más es otra y conectar los 200 imparables que posiblemente sea la más difícil de todas. Hay que ser una auténtica fábrica de hits para poder llegar a los 200 hits.
La mejor temporada de Jeter fue la del 2006 cuando bateó .343 con 214 hits, 14 jonrones y 97 carreras empujadas. Algunas veces mereció el título de Más Valioso pera ya sabemos cómo se las gastan los nuevos cronistas de la gran carpa que en su 90 por ciento son antiyanquis declarados.
Y mientras Jeter está ya saboreando el hit 200 de este año en Los Ángeles el domingo el manager Don Mattingly utilizó hasta 10 pitchers en una derrota ante Cardenales en 12 innings. Cuando acabó el juego ya no quedaba ningún relevista del equipo azul que está jugando la recta final con una rotación de cuatro abridores por lesiones de los otros.
Ese juego duró cuatro horas con 25 minutos y cuando terminó quedaba muy poca gente de los 35,754 que comenzaron viendo el partido. Las asistencias en el precioso estadio del Dodgers que acaba de cumplir los 50 años siguen siendo muy buenas, pero ya no son los grandes llenos de todos los días que veíamos en los tiempos de Fernando Valenzuela y años después.
