COMO en las grandes películas de antes que nos llegaban de Hollywood, la Convención de Beisbol en Villahermosa tuvo un final feliz cuando entregaron los trofeos ganados por el Águila de Veracruz, que fue el campeón, y al Diablos Rojos del México, que resultó elegido vencedor para el trofeo de Responsabilidad Social. José Antonio Mansur, del Águila, y don Alfredo Harp son los ganadores de estos galardones que dejan muy bien paradas a sus respectivas organizaciones.
La llegada de don Alfredo Harp a la Liga Mexicana en 1994 y a los Diablos Rojos ha sido una auténtica bendición para el beisbol. Desde el primer año inició la promoción "Home Runs Fundación Harp" en que cada año se junta dinero sumando los jonrones, blanqueadas, victorias, para repartirlo entre organizaciones que se dedican a ayudar al prójimo. Igualmente don Alfredo inauguró hace un tiempo una preciosa academia beisbolera en su querida Oaxaca y hace poco obtuvo una parte de los Padres de San Diego de la Liga Nacional. No hay duda que el nuevo estadio que vamos a tener en la capital debe llamarse Alfredo Harp.
La presidencia de la Liga Mexicana encabezada por Plinio Escalante ha seguido la vereda filantrópica de la Fundación Harp y de esa manera ha llevado en estos dos últimos años dos grandes campañas, primero para combatir el cáncer de mama y este año para ayudar a los chamacos que necesitan lentes para sus estudios, Ve bien y aprende mejor, ve bien y ve al beisbol.
Y mientras se desarrollaba la Convención en Villahermosa en el mundo de Ligas Mayores el venezolano Miguel Cabrera, con Tigres de Detroit, tiene la gran posibilidad de convertirse en el primer jugador latinoamericano de la historia en conquistar la triple corona de bateo. El domingo comenzó primero en bateo, en empujadas y en jonrones.
Se recuerda que en 1954 nuestro Beto Ávila se convirtió en el primer jugador latinoamericano en conquistar el campeonato de bateo con aquel inolvidable porcentaje de .341 con el número uno en la franela de los Indios de Cleveland.
Desgraciadamente en las narraciones beisboleras en español de Ligas Mayores recuerdan una y otra vez al gran Roberto Clemente, pero se olvidan de que Beto Ávila fue el primero de habla hispana en ponerse la corona de bateo en el mejor beisbol del mundo.