Por regla general el pitcher cerrador que entra a un juego en que no va a tratar de salvarlo no tiene la misma efectividad que cuando hay que mantener una ventaja. Lo hemos visto desde Mariano Rivera, el rey de los juegos salvados. El domingo, en el primer juego del playoff, el manager Buc Showalter de Orioles trajo contra su costumbre a su cerrador Jim Johnson, que en la temporada fue el que más juegos salvó con 50 con el juego empatado a dos carreras.
Fue algo raro en Showalter que tiene mucha paciencia y por regla general no trae a su cerrador hasta que se trate de salvar o porque se quedó sin relevistas. El caso es que Johnson tuvo su primer juego malo en mucho tiempo al aceptar hasta cinco carreras en juego que los Yanquis ganaron 7-2, siendo el batazo de desempate un jonrón de Russell Martin.
Es otro de los misterios del beisbol ya que sea juego por salvar o juego empatado, el cerrador es el mismo pitcher y sabe que tiene que hacer su mismo buen trabajo. Podría ser un problema mental pero una vez que es llamado es el foco de atracción de tantos miles y millones de aficionados que ven los juegos en el parque y en la televisión, aparecen en el juego sabiendo que tiene que dar lo mejor.
Showalter y John Maddon de Tampa Bay son los managers más pacientes para traer a sus cerradores y el 95 por ciento lo hacen solamente cuando se trata de salvar el juego. Se les puede estar cayendo el mundo encima en la octava entrada o en la misma novena pero si no hay situación de juego salvado no lo llaman. Rodney aparece por cierto como candidato al Trofeo Cy Young de la Liga Americana y uno se pregunta por qué no está en la lista principal este Johnson que fue el máximo rescatista del 2012.
En el penúltimo juego de la campaña y que Yanquis necesitaba ganar para mantenerse primero en el Este, el manager Joe Girardi le sacó dos entradas a su cerrador Rafael Soriano que permitió una carrera con jonrón en partido que no iba por juego salvado. Soriano tuvo un gran año supliendo al lesionado Mariano Rivera pero en sus últimas salidas ha demostrado cansancio.
En los primeros dos días de play offs los errores han sido parte importante de las decisiones y tanto Atléticos como Cardenales perdieron por fallas defensivas, errores garrafales que costaron encuentros. La gran sorpresa es la de Cincinnati con ventaja de 2-0 sobre Gigantes en San Francisco, a un triunfo de ganar la primera serie, a pesar de lesionarse su pitcher estrella Johnny Cueto. Hay que ganar el título para Dusty Baker.
