PABLO Sandoval eclipsó a su paisano Miguel Cabrera para ser elegido el Más Valioso en la Serie Mundial ganada por Gigantes pero el más destacado de este modesto equipo debe serlo el manager Bruce Bochy, que le pudo sacar lo máximo a jugadores que no son famosos ni tienen todas las facultades del mundo para lograr toda una hazaña en la postemporada. Primero vino de atrás cuando estaba al borde de la eliminación con Rojos y perdía 0-2, mientras algo parecido sucedió en la serie contra Cardenales que perdía por 1-3, pero luego ganó tres juegos seguidos para coronarse en la Liga Nacional y culminó su gran temporada con cuatro victorias consecutivas contra Detroit que le sucedió lo mismo que a Cleveland de 1954 cuando era gran favorito y fue barrido por los mismos Gigantes, pero entonces de Nueva York.
Con un equipo ideal para jugar el beisbol, pequeño, con muchos bateadores que saben tocar y corren mucho, Bochy utilizó varias veces la estrategia perdida en esta era de bateadores cavernícolas y precisamente con esa vieja jugada del toque logró la carrera de la victoria en la décima entrada del cuarto juego.
El bateador designado (¿?) Theriot abrió con hit de texas la décima para demostrar que Gigantes era el equipo del destino en el 2012 y Crawford tocó la pelota en forma excelente para poner en segunda la carrera de la ventaja. Luego vino el "matador" Marco Scutaro, líder del equipo y de los mejores de la Liga Nacional en conectar con hombres en base, con una la línea de hit que produjo la carrera con que San Francisco se llevó la Serie Mundial. Increíble que Medias Rojas haya dejado fuera a este tremendo Scutaro, el Mas Valioso de la serie por la corona contra San Luis.
Bochy ganó todo con un equipo que no tuvo a su cerrador estrella, Brian Wilson, con su abridor estelar Tim Lincecum en horrible campaña, con Pablo Sandoval teniendo un mal año para luego ser el mejor en la postemporada, perdiendo a Melky Cabrera por el dopaje cuando estaba teniendo una super temporada como líder de bateo y con un primera base que no parece de Ligas Mayores. A pesar de todo el manager Bochy tapó todos los huecos y Sergio Romo se convirtió en un cerrador de cremallera al perfeccionar un duro slider. La directiva logró atrapar en cambios a jugadores tan importantes como Scutaro, mientras Zito reemplazó a Lincecum.
Se demostró nuevamente que los jugadores y no los nombres famosos son los ganadores, con Prince Fielder y Justin Verlander llevándose la mayor parte de los cuernos de chivo por esta barrida. Y Cabrera fue un fiasco.