Esta versión traducida de El Principito lleva por nombre Ra zi ts´unt´u dängandä, y destaca de ella que logra conservar la connotación y significado de la obra original. ARCHIVO
El francés Antoine de Saint-Exupéry es el creador de una de las obras más grandes de la literatura universal, El Principito, libro que ha sido traducido a más de 180 lenguas y dialectos.
Buscando acercar la belleza estética y metafórica de la obra a los grupos de las región otomíes, Raymundo Isidro Alavez, académico de la UNAM, tradujo el texto al dialecto original de esa región.
Alavez es originario de la región otomí del Valle de Hidalgo, por lo que domina el dialecto, sin embargo expresó que tuvo ciertas complicaciones para hacer concordar la idea de la obra con el dialecto, ya que más allá de una traducción literal, Raymundo Isidro buscaba que la esencia de El Principito llegará de forma total aún en su versión traducida.
Para lograrlo, conversó y rebotó ideas con grupos originarios de la región del Valle del Mezquital, para acordar qué términos se utilizarían.
Esta versión traducida de El Principito lleva por nombre Ra zi ts´unt´u dängandä, y destaca de ella que logra conservar la connotación y significado de la obra original.
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