Tiger Woods rompió una sequía de 30 meses sin ganar y ayer se adjudicó el Arnold Palmer Invitational. Tras larga sequía, Woods vuelve a ganar
Tiger Woods por fin le devolvió al golf la emoción de lo que lo hizo tan famoso: ganar. Dos semanas después de otra aparente lesión, y dos días antes de que salga a la venta el libro de su ex entrenador, Woods se vio ayer tan dominante como siempre en el torneo por invitación Arnold Palmer.
Fue su primera victoria en el tour de la PGA desde un escándalo sexual a fines de 2009 que derivó en una de las caídas más estrepitosas de un atleta en la historia de los deportes. Y con el Masters de Augusta a sólo dos semanas de distancia, Woods se vio ayer más capaz que nunca de buscar romper el récord de más majors que posee Jack Nicklaus.
Woods finalizó la última ronda con 70 golpes, dos debajo del par, una ventaja de cinco sobre Graeme McDowell.
Hace dos semanas la interrogante era si podría volver a jugar. Ahora es si puede dominar este deporte como solía hacerlo.
Aun cuando ganó el torneo no oficial Chevron World Challenge en diciembre, el triunfo en Bay Hill fue importante para Woods debido a que se trató de un torneo de la PGA contra un grupo fuerte de adversarios, y tuvo un desempeño tan preciso que nunca se vio seriamente amenazado en los últimos nueve hoyos.