Policías y personal sanitario trasladaron al hospital al hombre, que se encuentra herido de gravedad. EFE
Un hombre resultó gravemente herido al intentar inmolarse hoy frente al tribunal de Oslo, donde es juzgado el ultraderechista noruego Anders Behring Breivik por el atentado y masacre de julio pasado en Noruega, que dejaron 77 muertos.
La policía noruega explicó que el hombre se arrojó sobre sí mismo líquido inflamable de una botella, se prendió fuego y corrió hacia el cordón de seguridad instalado fuera del tribunal, donde se llevaba a cabo el juicio, según la policía citada por la cadena británica BBC.
Sin embargo, los guardias de seguridad que custodian el tribunal usaron agua para apagar las llamas antes de que pudiera llegar a la corte y fue trasladado al Hospital Universitario de Oslo con quemaduras de tercer grado en el pecho y el estómago.
Un video publicado en el sitio web del diairo noruego VG muestra al hombre corriendo hacia el edificio de la corte, con su sombrero y su chaqueta en llamas.
La policía precisó que el hombre, un ciudadano noruego de origen extranjero, no parece tener ninguna conexión con el juicio contra Breivik, que comenzó el pasado 16 de abril en el Tribunal del Distrito de Oslo.
Antes del incidente, el hombre se había detenido en la oficina del abogado noruego, Bente Roli, donde dejó un sobre con notas “confusas”.
“Estaba perturbado. Mucho. No tiene nada que ver con los acontecimientos del 22 de julio de 2011”, dijo Roli.
Breivik es procesado como único responsable del tiroteo en la isla de Utoya y del atentado con carro bomba en un complejo gubernamental en Oslo, que dejaron 77 muertos en ambos ataques, considerados los peores en el país desde la Segunda Guerra Mundial.
Su juicio comenzó el pasado 16 de abril y se prolongará unas 10 semanas, durante las cuales se examinarán todas las pruebas y más de 150 personas serán llamadas a declarar, entre ellas algunos de los sobrevivientes de ambos ataques.
Si finalmente se determina que el acusado es penalmente responsable, se enfrentaría a una sentencia de 21 años de prisión, el máximo previsto por actos de terrorismo en Noruega, o de lo contrario será recluido en un centro psiquiátrico.