La verdad es que yo quisiera escribir otra cosa, pero ante las próximas elecciones estoy -estamos- nerviosos y el tema es obligado. Lo que está en juego es nada menos que el regreso de los saurios, un inquietante presidente populista y rencoroso, o una eficiente aunque nada glamorosa presidente femenina. (Perdón pero decimos presidente como decimos amante y coeficiente; y no presidenta, amanta o coeficienta) Dentro de unos cuantos días habremos de tomar la trascendental decisión de elegir al próximo gobernante del país, y ante el hecho real de una democracia todavía falible, pero democracia al fin; la ciudadanía alerta y comprometida de hoy, es la prueba irrefutable de que los mexicanos hemos dejado atrás la apatía y el asco que nos provocaba la dicta-blanda que nos impusieron durante 71 años. Como nunca antes, hoy tenemos tres opciones reales que me obligan a imaginar tres escenarios posibles.
Supongamos que ya ganó el PRI y Amloroso vuelve a sembrar tempestades en el Zócalo sin que el presidente electo se despeine. Ante un inmediato pacto de concordia con el narco y la delincuencia organizada (porque ellos sí saben cómo hacerlo) será sensible el descenso de la violencia. El flamante presidente no cometerá la obviedad de nombrar a Elba Esther para la Secretaría de Educación, pero por qué no a su hija que al fin y al cabo no resulta tan impresentable como la madre. El millonario Deschamps sería un buen candidato para dirigir Petróleos Mexicanos porque al fin que ya le sabe. Recuperada la honra perdida, Moreira podría conseguir un buen hueso y Yarrington no sería tocado ni con el pétalo de una rosa. Montiel, Marín y su pandilla basura seguirían disfrutando de impunidad y riqueza inexplicables; porque ya se sabe que "perro no come carne de perro". El Chapo consolidaría su imperio y demandaría a Calderón por daño moral, económico; y crímenes de guerra. Este primer escenario me resulta escalofriante.
AMLOROSO presidente es el segundo escenario que imagino en mis locos desvaríos. Declarará -ya lo anunció- fiesta nacional y verbena popular en todas las plazas públicas del país para celebrar su triunfo. El cien por ciento de los estudiantes podrá titularse en las nuevas universidades del Estado (que él creará) sin necesidad de pasar nunca un examen. Los pobres serán ricos por fin y todos viajaremos en modernos trenes bala por la república. ¿Y el dinero? Muy fácil, al día siguiente de la verbena popular, Amloroso se levantará a acabar con la corrupción, y congruente como es él, lo primero que hará es reinstalar al corrupto Sindicato Mexicano de Electricistas -ya lo dijo-.
El tercer escenario con Josefina Presidente me parece el más viable. Después del galáctico vuelo de los candidatos en el debate del domingo pasado, Josefina me pareció la más aterrizada. Seguramente los perdedores le harán pagar cara su osadía y se la van a poner muy difícil. Josefina tendrá que ir despacio aunque no tengo duda de que irá siempre hacia adelante. Dadas sus circunstancias, no tendrá mucho campo de acción, pero si sólo consigue quitar el Fuero a los políticos para que queden a merced de la misma ley que el resto de los ciudadanos; si consigue eliminar a los diputados plurinominales y mandar el gordo trasero de la Gordillo a disfrutar sus millones en Tombuctú; con eso sólo, Josefina habrá despejado algunos de los nubarrones que impiden ver nuestro cielo.
Conste que estos son MIS escenarios, aunque en una democracia nada impide que cada cual tenga los suyos. ¿Cuáles son los de usted? Para terminar ahí les va el chistorete que contó el más pequeño de los vástagos alrededor de mi mesa: "Los tres candidatos iban en un avión que se cayó. ¿Quien sobrevivió? México".
Adelace2@prodigy.net.mx