Deportes Cristiano Ronaldo Selección Mexicana Mundial 2026 Liga MX selección nacional

Tres Juegos Perfectos

J.A. GARCÍA VILLA

En 136 años de historia, las Grandes Ligas de beisbol sólo registran 22 juegos perfectos, oficialmente reconocidos como tales. De acuerdo a un cálculo grueso, significa que en promedio ha habido uno de estos juegos por cada 14 mil partidos. Esta cifra indica que no es nada fácil para un lanzador retirar en orden los 27 bateadores a los que se enfrenta en un choque de pelota de nueve entradas.

Se trata pues de una verdadera hazaña deportiva, cuyo mérito corresponde fundamentalmente al pitcher. Pero no sólo. Siempre hay al menos un gran lance de alguno de sus ocho compañeros de equipo, que impide que algún bateador del conjunto contrario se embase y con ello se pierda la perfección del juego; o bien que cometan algún error con las mismas consecuencias, como infortunadamente ha sucedido en casos memorables.

Así por ejemplo el juego perfecto número 22, tirado el pasado 13 de junio por Matt Cain para los Gigantes de San Francisco, fue posible gracias a dos sensacionales atrapadas, verdaderamente fuera de serie, una en la sexta entrada realizada en el jardín izquierdo por Melky Cabrera, y la otra en el séptimo episodio en el prado derecho por Gregor Blanco. Por cierto, el primero de la República Dominicana y el segundo de Venezuela.

Al menos tres juegos de Grandes Ligas parecieron perfectos, pero oficialmente no son así reconocidos. Uno de ellos fue el lanzado el 2 de junio de 2010 por el venezolano Armando Galarraga de los Tigres de Detroit, del que en su oportunidad se hizo un comentario en este espacio de El Siglo (11-I-2011).

Otro extraño juego perfecto tuvo lugar el 23 de junio de 1917. Lo empezó lanzando Babe Ruth -quien también fue pitcher y bueno- entonces con los Medias Rojas de Boston, contra los Senadores de Washington. Al primer bateador, de nombre Ray Morgan, le dio la base por bolas. Inconforme con el conteo, muy a su estilo, Ruth estalló en cólera y propino tremendo puñetazo al ampáyer Brick Owens, quien lo expulsó del juego (y luego además se le suspendió por diez partidos).

El lanzador Ernie Shore relevó a Ruth en el montículo. El corredor de la primera base intentó robarse la segunda y fue puesto out. Luego fueron retirados en riguroso orden los siguientes 26 bateadores de los Senadores de Washington. A Shore se le acreditó este partido como juego perfecto, hasta 1990 en que se le desconoció.

Un tercero y más extraño "juego perfecto" fue el lanzado el 26 de mayo de 1959 por el pitcher zurdo Harvey Haddix, de los Piratas de Pittsburgh, pues ¡lo perdió! frente a los Bravos, entonces de Milwaukee.

Las cosas ocurrieron así: El juego llegó empatado a ceros hasta la entrada número 12, sólo que a Haddix ningún bateador se le embasó, es decir, sacó 36 outs en fila. No 27 sino 36. En el décimo tercer episodio un error del tercera base de los Piratas Don Hoak, permitió embasarse a Félix Mantilla. A continuación Eddie Mathews tocó de sacrificio, Hank Aaron fue pasado intencionalmente y luego Joe Adkock conectó un hit doble, que remolcó hasta home a Mantilla. Fue el único imparable que aceptó Haddix, para perder el juego 1-0. El pitcher ganador fue Lew Burdette, ídolo cuando niño de quien esto escribe, allá a finales de la década de los 50.

El caso de Haddix parece increíble. Tirar doce entradas perfectas, perder el partido y no pasar a formar parte de la lista de los 22 inmortales que oficialmente han lanzado un juego perfecto, parece una enorme injusticia.

jagarciav@yahoo.com.mx

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 760735

elsiglo.mx