Tu hígado está “obeso”

Porque la alimentación del mexicano es deficiente en calidad y abundante en grasas, el sobrepeso y obesidad se ha convertido en un estilo de vida común. Sin embargo, ambas condiciones han desatado una serie de padecimientos, ya que se consideran los padres de muchas enfermedades.

Entre ellas se encuentra el hígado graso, que aunque es un padecimiento multifactorial, está íntimamente relacionado con ambos factores, al ser sus principales detonantes.

Se le llama hígado graso, cuando la glándula hepática se llena de grasa y se presenta por diversas causas que van desde la herencia hasta por una mala alimentación, explica César Armando Pérez Esqueda, cirujano general.

“Existen enfermedades que son errores en el metabolismo de las sustancias que procesa el hígado y una de las situaciones que conlleva es a la formación de un hígado graso o esteatósico, como se le conoce a esta condición del hígado”, detalla el médico.

Una mala alimentación, rica en grasas y baja en calidad, ocasiona que se infiltre la grasa al hígado. Aunque muchas personas que se encuentran en esta condición, no presentan problema alguno en su salud.

Mientras que otras, comienzan a ponerse amarillos de su piel y a presentar una serie de complicaciones, ya que su cuerpo comienza a intoxicarse, luego que el hígado deje de procesar las sustancias tóxicas de forma eficiente. “O pueden presentar hasta una cirrosis, cuando el hígado graso ya está muy avanzado, condición que lo puede llevar a una degeneración del hígado”, señala el médico cirujano.

ÓRGANO CON GRANDES RESPONSABILIDADES.

El doctor César Armando Pérez Esqueda, explica que el hígado tiene una serie de funciones. Pero una de las principales, es la de ser un “filtro” para el cuerpo, que junto con los riñones, impiden el paso de sustancias nocivas o tóxicas para la salud. Además está el de formar bilis, necesaria para absorber las grasas que consumimos.

“De hecho el que se enferma del hígado trae una catástrofe a nivel de todo el cuerpo, porque se empiezan a juntar sustancias toxicas, empieza a fallar el mecanismo de filtrado de esas sustancias o incluso como tiene una parte que es la conservación de células de la sangre, empieza a fallar la coagulación”, indicó el cirujano.

Incluso, señala que cuanto este órgano está enfermo llega a pesar hasta tres kilos o más, y hasta sobresalir del abdomen, cuando normalmente pesa un kilo o dos, y se encuentra a una distancia de entre dos a tres centímetros de la caja torácica.

LOS SÍNTOMAS

Aunque muchos de los pacientes no llegan a presentar alguna molestia, los síntomas más comunes del hígado graso son: dolor en el abdomen a nivel superior derecho, color amarillento de la piel, orina oscura e incluso negra debido a la retención de bilis, y trastornos en la coagulación.

Otro de los síntomas más clásicos, es la pérdida de proteínas que ocasiona la desnutrición de una persona, la cual ocasiona una pérdida excesiva de peso, pero con un abdomen prominente. Además están los altos niveles de glucosa “pues el hígado también es un reservorio de glucosa”, señala Pérez Esqueda.

Aunque también explica que no existe una manifestación clara que permita detectar en la primera consulta el hígado graso, para ello se tiene que realizar una serie de exámenes de sangre, de funcionamiento hepático e incluso a través de ultrasonidos, que en muchas ocasiones, se detecta al atenderse otro padecimiento.

LOS DAÑOS Y EL TRATAMIENTO

Además de provocar una cirrosis puede provocar una insuficiencia hepática completa que requiera hasta un trasplante de hígado.

El médico César Armando, comenta que en cuestión de género, este padecimiento es más común en hombres que en las mujeres, hasta en un 5 a uno.

Y es que comenta que el hombre el que llega a tener más adicciones, desde el alcohol hasta las drogas o bien el mismo abuso del tabaco.

Contar con un hígado graso no representa un mal para toda la vida. Para tratarlo, existen una serie de protectores, es decir, de sustancias que actúan como tal; se trata de los antioxidantes que no permiten el consumo o la acumulación excesiva de grasa.

Los más comunes y efectivos pero sobre todo los más fáciles de encontrar son las frutas y verduras, ya que la gran mayoría actúan como antioxidantes en el cuerpo humano.

Razón por la que los médicos recomiendan llevar una dieta balanceada, sobre todo rica en proteínas y casi nada de grasa, sólo las esenciales, las cuales las encontramos de origen vegetal.

“No hay consumir en exceso las grasas saturadas. Es mejor las grasas de origen vegetal, esa es la solución a este padecimiento”, señala el médico cirujano, quien recalca que es un tratamiento a largo plazo y muy difícil, sobre todo por los cambios de hábitos que deben hacer los pacientes.

Por eso, para prevenir este padecimiento, los expertos recomiendan no caer en el sobrepeso y en la obesidad, además de que si tiene la carga genética, es importante tratarse y sobre todo llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio, los cuales evitarán la acumulación de grasas.

“Existen enfermedades que son errores en el metabolismo de las sustancias que procesa el hígado y una de las situaciones que conlleva es a la formación de un hígado graso o esteatósico, como se le conoce a esta condición del hígado”.

Armando Pérez Esqueda

cirujano general