¿Tu hijo tiene ojo perezoso?
De detectarse a tiempo puede garantizar una mejoría en la visión del pequeño. Se trata de la ambliopía o también conocida como “ojo vago o perezoso”. Se llama así a la deficiencia que presenta uno de los dos ojos por diversos factores que limitan sus funciones básicas como la visión.
El médico René Pérez Vertti, jefe de Medicina Externa del Hospital General de Ciudad Lerdo, explica que dicho padecimiento se presenta de forma local o en la transmisión de los impulsos que van hasta el centro procesador del cerebro de la visión a través de vías nerviosas.
“Si un ojo localmente está mal, no se transmiten los estímulo hasta el cerebro, desde la córnea”, explica el médico. Defecto que limita la visión de quien lo padece, generalmente en los pequeños. Aunque tampoco se descarta su aparición en personas adultas como resultado de otro padecimiento como es la diabetes.
La ambliopía es la causa más común de problemas de la vista en niños. Según las últimas investigaciones, aproximadamente un 2.5 por ciento de la población mundial sufre este problema.
Pérez Vertti comenta que las líneas nerviosas no se desarrollan en uno de los ojos, motivo por el que el niño prefiere ver con uno de los ojos, entonces el que no se utiliza, se va hipotrofiando porque no se detecta a tiempo el problema.
Algunos de los síntomas del “ojo vago”: el niño voltea la cabeza de un lado, señala con un dedo cuando está siguiendo una lectura, tiene dolores de cabeza frecuentes, parpadea los ojos frecuentemente, se frota los ojos, entre otros.
De acuerdo con el médico, es importante que en cuanto los padres detecten cualquiera de síntomas anteriores, acudan con el médico para que termine la causa y diagnostique o descarte la ambliopía.
Y es que para Pérez Vertti, es importante que se detecte a tiempo para iniciar el tratamiento adecuado, a fin de rescatar, sino al 100 por ciento la visión del ojo afectado, evitar que pierda la visión.
“Conforme pasa el tiempo la lesión, se supone que el niño va despertando a la vida con estímulos, entonces llega un momento en que no tiene estímulos en uno de sus ojos y puede llegar a perder totalmente la vista, y es que uno de los principios básicos de la medicina es 'órgano que no se usa, se atrofia'”.
Para tratar el padecimiento, es necesario obligar al cerebro a utilizar el ojo vago. Para ello, el método más utilizado consiste en realizar la oclusión durante un tiempo del ojo dominante, estimulando el ojo dañado. Otro tratamiento utilizado habitualmente, es el empleo de unas gotas de un colirio (atropina) en el ojo dominante para que el cerebro no olvide al ojo dominado.
Uno de los ejercicios más comunes es el tapar el ojo dominante durante un periodo de tiempo, obligando así al cerebro a recibir la imagen del ojo vago y estimulando así las vías neuronales del ojo afectado.
Para el médico, las complicaciones que se pueden presentar no son malignan sino las relacionadas con esta nueva condición. Por ejemplo, las limitaciones que se tienen en el campo visual, lo cual limitar al pequeño a caminar con facilidad.
El médico René Pérez Vertti, recomienda hacer uso de la medicina preventiva, “llevar el control de nuestros hijos en desarrollo, para detectar este y otros padecimientos como de a postura, peso y talla.