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Tus depósitos de grasa

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Dra. Mayela Villarreal Reyes

Es probable que ya lo sepas, quizá por experiencia propia: más allá de las lonjas, el cuerpo posee varios depósitos para la grasa, los cuales llegan a ser antiestéticos y además incómodos. ¿Quieres saber cómo combatirlos?

El concepto de ‘figura ideal’ ha cambiado a través de las épocas, sobre todo tratándose de la mujer. Podemos observarlo en las películas de los años cincuenta y sesenta, cuando lo máximo eran las féminas regordetas, con evidente grasa acumulada en abdomen y caderas, (Marilyn Monroe, por ejemplo).

Desde hace tiempo el canon da preferencia a las siluetas esbeltas en ellos y ellas. En ese sentido, quien se preocupa por su apariencia, se esfuerza por seguir una dieta balanceada y hacer ejercicio, a fin de evitar que la grasa se almacene en su cuerpo y dé lugar a lonjas por aquí y por allá.

Hay varios factores tras la formación de esos desagradables ‘bultos’, denominados depósitos. Así, para erradicarlos, es necesario conocerlos.

‘RESERVAS’ A LA VISTA

La grasa nos ‘persigue’ desde pequeños. Al nacer poseemos ya una cantidad de células grasas llamadas adipocitos, que puede incrementarse con la sobrealimentación o el alto consumo de grasas y azúcares en edad temprana, lo cual ocasionará que se genere una mayor tendencia a la obesidad. Esto se comprueba con sólo ver a nuestro alrededor: en el pasado podía tomarse casi como un hecho que los pequeños (al menos la mayoría) no tenían problemas de sobrepeso. La infancia equivalía a ser esbelto y activo. Lamentablemente, los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo, con aumento en los años recientes, arrojan como consecuencia niños con panza, brazos y piernas enormes. Ver cómo un niño empieza a mostrar este tipo de reservas adiposas y esperar a que desaparezcan por sí solas “cuando se desarrolle”, es un error.

Conforme el ser humano llega a la adolescencia, empieza la preocupación por el peso encaminada al aspecto estético, pues predomina el deseo de ser más atractivo que los demás. Pero a la par cambian los depósitos de grasa. Las hormonas trabajan al 100 por ciento, provocando alteraciones en la grasa ginecoide (que se acumula en caderas) y androide (reunida en tórax, abdomen y espalda). De hecho las hormonas son un factor muy importante, junto a la herencia, para determinar las áreas denominadas “de adiposidades localizadas”, las cuales se pueden presentar en la parte posterior de cuello, la espalda, los brazos, la cintura, el abdomen, las caderas, e incluso las rodillas y tobillos (celulitis). Lamentablemente, con el paso de los años este tipo de acumulaciones se hace más renuente a los tratamientos convencionales como la baja ingesta de calorías y el ejercicio. De ahí que resulta fundamental combatirlas a temprana edad, o mejor aún, evitarlas.

Y es que el cuerpo nos demanda energía en forma constante; para ello ingerimos alimento en forma intermitente, se supone que de acuerdo a nuestros requerimientos; pero siendo realistas, es mucha la gente que come sólo por el placer que le brinda tal o cual platillo, o por mera ansiedad.

En todo organismo existe una ley de compensación, esto significa que en condiciones de equilibrio fisiológico, el contenido calórico que consumimos con la dieta es transferido a la cantidad total de calorías ingeridas, de donde el cuerpo toma lo que necesita, mientras que todo exceso se almacenará en forma de grasa. Así, si somos sedentarios y comemos de más, aquello que no empleemos en nuestras actividades se va a guardar en las zonas ya mencionadas, de acuerdo a nuestra herencia genética.

ENEMIGAS

A continuación enlistamos las áreas donde es más común acopiar grasa, así como algunos tips con los cuales podrás luchar contra ellas.

-Brazos. Los brazos gordos son clásicos de quienes tienen cuerpo de triángulo invertido u obesidad androide. Es preciso ejercitar estas extremidades y adoptar una buena alimentación. Resulta muy difícil erradicar el exceso de grasa aquí una vez superados los 45 años, ya que suele aparecer una flacidez muy acentuada (conocida como síndrome de ala de murciélago). Para contrarrestarla se indican la mesoterapia, los vendajes reafirmantes, la electrolipólisis y por supuesto, ejercicio y una buena alimentación.

-Abdomen y cintura. Le pasa a quienes tienen morfología redonda u obesidad en manzana. Estas acumulaciones son las más comunes para ambos sexos. Se recomiendan dietas bajas en lácteos (por su contenido hormonal) y evitar el estrés, que es un causal de retención de grasa en abdomen. Es indispensable hacer ejercicio (incluidas las abdominales) y reducir el consumo de grasas. Otros auxiliares son la mesoterapia, la electrolipólisis, los vendajes y los masajes reductivos.

-Cadera. Aquí el depósito da origen a las llamadas chaparreras. Se presenta en las personas con morfología linfática, correspondiente al cuerpo de triángulo o pera. Suele acompañarse de celulitis, aunque para ello la carga genética juega un papel determinante, al igual que las hormonas. Erradicar las chaparreras es difícil; hace falta alimentación saludable, ejercicio a diario (se sugiere caminata o bicicleta), así como mesoterapia, electrolipólisis o sauna.

-Giba de bisonte o acumulación de grasa cervico-dorsal. Es cuando el depósito se encuentra en la parte superior de la espalda, dando la impresión de mala postura o pequeña joroba. Además de la alimentación, puede propiciarse por la administración de medicamentos como la cortisona. Su tratamiento empieza con una dieta de desintoxicación y se acompaña con mesoterapia homeopática y ejercicios de yoga.

NO POSTERGUES EL ADIÓS

Está en tus manos impedir que te salgan ‘bordos’ por todos lados. La clave está en reducir el consumo de calorías diarias; con sólo evitar excedentes, podrás prevenir que tu organismo capte reservas en forma de grasa y las incorpore a tu imagen.

Si por alguna razón se te va la mano al ingerir calorías, es indispensable que gastes el sobrante con actividad física. Las opciones más al alcance son caminar 45 minutos al día, andar en bicicleta, nadar, acudir a un gimnasio.

Como reza la expresión: “Cuanto antes, mejor”. Es preferible quitar las adiposidades del cuerpo a la edad más temprana posible, así darás a tu piel la capacidad de recuperarse y evitar la gordura y la flacidez. Mientras más tiempo le des a la grasa de permanecer en tu figura, más difícil será erradicarla. Apóyate en profesionales de la salud, la medicina estética y la nutrición, y aleja las indeseables lonjas y similares.

Correo-e: dramayela@hotmail.com

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