El ex campeón Mike Tyson estuvo de visita en México. (JAM MEDIA)
La mañana se engalanó con la presencia de Mike Tyson en un hotel de la Ciudad de México. Lo esperaban los medios de comunicación que fueron citados a las 9:45 horas... la víspera se prolongó una hora.
Risueño y relajado, El Hombre de Acero arribó al lugar del encuentro y de pronto una explosión de flashes lo iluminó por completo. Todos querían la mejor fotografía del ex campeón de peso completo.
El saco y la pera fueron aditamentos que no faltaron en la presentación de "Batallas de Destinos III, la revancha". Tyson formó el trío perfecto junto a ellos. El ambiente fue totalmente boxístico, y para aderezo del evento estuvieron el cronista Alfonso Morales y el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), José Sulaimán.
El gigante que otrora pulverizaba a sus rivales arriba del cuadrilátero, hoy es embajador de una empresa dedicada a promocionar el turismo en México. Iron Mike, entre bromas, levanta a la mascota de la empresa, un gnomo, que lleva en el rostro el mismo tatuaje de Tyson.
Mike y Sulaimán le narraron a los asistentes algunos detalles sobre la forma en la que se hicieron amigos. Ambos, nostálgicos, revivieron las épocas difíciles que vivió el ex campeón de peso completo.
Uno de los recuerdos amargos fue cuando el estadounidense pasó parte de su vida en la cárcel, y cómo el titular del CMB no lo pudo ayudar en una de sus visitas.
"Tyson me pidió cinco dólares, y yo había dejado todo en la oficina del director del penal. Algún día él tuvo 300 millones de dólares, yo 100, y ese día ninguno tenía siquiera un dólar", recordó Sulaimán.
José Sulaimán, Presidente del Consejo Mundial de Boxeo, comentó que "Mike Tyson es sin duda alguna, una de las máximas figuras de la historia del boxeo y tras haber caído a la lona al retirarse del boxeo, es ahora un ejemplo para todos, al ir por el mundo dando mensajes de paz y trabajando de sol a sol, para vivir".