Un cuero subestimado

El cabello forma parte de la personalidad. A través de la Historia ha sido distintivo de moda, estatus y más. Pero usualmente nos olvidamos de que su belleza depende de su lugar de nacimiento: el cuero cabelludo, vital para que crezca hermoso y fuerte.

Tanto en hombres como en mujeres, el cabello es considerado una parte esencial de la imagen personal. Desde la óptica de la moda es uno de los elementos de nuestro físico más importantes, de ahí que no resulte extraño que a lo largo de los años hayamos atestiguado una y mil formas de acomodarlo y peinarlo, muchas veces a través de accesorios y acciones que no sólo lastiman al pelo, sino también a la zona que le da origen y sostén: el cuero cabelludo.

EL PAPEL DEL CUERO

El pelo está formado en un 98 por ciento de una proteína fibrosa, la queratina, en cuya composición intervienen 18 aminoácidos diferentes que se obtienen a partir de la alimentación; de ahí la importancia de una correcta nutrición para que el cabello crezca en forma sana.

Todo pelo nace de un folículo, el cual es similar a un tubo que se halla en el interior de la piel, y se extiende hasta alcanzar la superficie. Además existen una o dos glándulas sebáceas en cada vello, las cuales producen una grasa que lo lubrica y le da flexibilidad. En ocasiones presenta también una glándula sudorípara. A todo ese conjunto de ‘elementos’ se le denomina cuero cabelludo, que en otras palabras es la epidermis que recubre el cráneo y a su vez se ubica debajo del pelo. Esta piel es distinta a la del resto del cuerpo, ya que está más vascularizada, lo cual explica que sangra mucho cuando recibe golpes fuertes, como un descalabro.

Las alteraciones de esta zona corporal se reflejan de manera directamente proporcional en el estado del cabello, pues de aquí depende su crecimiento y nutrición.

LOS ENEMIGOS A COMBATIR

Las principales alteraciones a nivel del cuero cabelludo se manifiestan a través de caspa, infecciones micóticas, parásitos, calvicie.

Es indiscutible que esta zona de la piel posee una flora bacteriana especialmente rica en saprofitos (microbios que se nutren de la materia orgánica en descomposición). La intervención de ciertas bacterias transforma los ácidos grasos del sebo, perdiendo así su poder antibiótico y convirtiendo el cuero en un medio propicio para que los saprofitos se desarrollen en exceso. Todo ello conlleva a una irritación, misma que poco a poco pasa a convertirse en una lesión crónica, estimulando la mitosis celular y la evolución anormal de la queratina. Si queremos evitar la irritación causante de alteraciones de la queratina, es importante que los productos cosméticos que utilicemos en la cabeza contengan bactericidas como el amonio cuaternario.

Además de la presencia de hongos y bacterias, las causas más frecuentes de problemas en el cuero cabelludo son:

-Factores hereditarios.

-Trastornos hormonales.

-Alteraciones en el folículo piloso.

-Exceso de grasa por cambio de estación (sobre todo con la entrada de la primavera la piel se vuelve más grasosa).

-Arrancado mecánico del pelo.

-Desenredados brutales.

-Peinados ‘apretados’ (por ejemplo trenzas) usados a diario.

-Alteraciones nerviosas (como el estrés).

-Uso continuo de tintes.

-Aplicación frecuente de permanentes.

-Lavados con champús inadecuados (de mala calidad o para un tipo de pelo distinto al que se tiene).

-Alimentación desequilibrada, con pocos nutrientes o ausencia total de lípidos.

En caso de tener algún problema en el cuero cabelludo es primordial suspender el uso de todo aquello que pueda ocasionarle inflamación o ardor, como champús muy deslipidizantes, jabones de baja calidad, tratamientos a base de calor intenso, tintes, y peinados que estiran el pelo de raíz y pueden lesionar la piel sensible.

MASAJE: UN ALIADO

El mejor tratamiento para el cuero cabelludo, aparte de una alimentación balanceada, es un buen masaje capilar. Es difícil saber hasta dónde se remota en el tiempo este masaje y cuál ha sido su origen. Posiblemente sea una evolución o variante derivada del movimiento que acompaña el lavado del cabello, pero actualmente representa toda una técnica. Lo ideal es darlo con las yemas de los dedos, repasando en forma circular (y cuidadosamente) todo el contorno de la cabeza.

La opinión de los efectos que tiene el masaje sobre el cuero está dividida, pues mientras algunos especialistas afirman que ayuda a evitar la caída del pelo, otros consideran que la propicia. Es cierto que no se trata de una panacea para evitar la pérdida del cabello, pero tampoco hay duda de que activa la circulación sanguínea a nivel del cuero; en consecuencia estará más fortalecido y tenderá a mostrar menos ‘bajas’.

El masaje se enfoca en flexibilizar al cuero cabelludo y quitarle su rigidez. Como está formado por una capa de piel que descansa sobre los músculos del cráneo, normalmente es flexible y las maniobras pueden realizarse sin dificultad. De notar resistencia, estamos frente a un cuero indurado, que con el masaje se irá despegando y movilizando.

De cualquier modo, el conjunto de maniobras mejorará la circulación y beneficiará el intercambio entre los bulbos capilares y la superficie capilar (que en caso de induración se encuentra disminuida). Además con el movimiento habrá mayor nutrición de la papila del folículo piloso y se impedirá su atrofia. Al mismo tiempo, el buen riego sanguíneo se traducirá en mayor vigor de la melena, manifestándose con más brillo y fuerza, y menor tendencia a la caída.

Se considera que inicialmente son necesarias unas 20 sesiones continuas (una diaria) para obtener flexibilidad, luego de lo cual pueden alternarse dos veces por semana.

Cabe mencionar que el masaje debe darse ‘en seco’, no durante el baño, ya que el agua podría aflojar los folículos y dar pie a que se desprenda más pelo.

“A LA ANTIGÜITA”

Si tienes un cuero cabelludo muy sensible lo mejor es que utilices champús o jabones de origen vegetal. Puedes consultar con un especialista para saber cuál es el más indicado para ti.

Otras formas de cuidar tu cuero son la aparatología, como la aplicación de infrarrojos, la alta frecuencia (que incita el riego sanguíneo empleando un utensilio similar a un peine), o el láser, que es un estimulante de la regeneración celular.

También se utiliza la aplicación de calor regulado en forma de vapor o toallas calientes. Más elemental aún es la técnica de nuestras abuelas: un buen cepillado diario, nocturno, contando 100 repasos hechos con un cepillo de buena calidad (de cerdas naturales).

Sigue estas recomendaciones y verás que al fortalecer tu cuero cabelludo, tu pelo sale ganando.

Correo-e: dramayela@hotmail.com