Alejandra Orozco y Paola Espinosa posan para las cámaras ante las miradas de las competidoras chinas. (EFE)
La clavadista mexicana Alejandra Orozco comentó que el mejor regalo para ella sin duda fue la medalla de plata de los Juegos Olímpicos Londres 2012, al lado de Paola Espinosa, quien ayer festejó su cumpleaños 26.
Y es que Orozco hace unos meses no tuvo la tradicional fiesta de 15 años porque prefirió entrenar y cambiar de residencia en Jalisco a la capital mexicana para preparar su repertorio de clavados junto con la multimedallista Paola Espinosa.
"No fue sencillo, pero creo que ha valido la pena", dijo la joven competidora, quien ayer pasó a la historia de los clavados de México al ser la saltadora más joven en conquistar una presea olímpica.
Desde que salió al escenario y vio que el Centro Acuático de esta capital registraba gran cantidad de seguidores de las británicas, Sarah Barrow y Tonia Couch, Alejandra Orozco simplemente acordó con su compañera Paola Espinosa hacer lo mejor posible cada una de sus intervenciones en plataforma sincronizados.
LA SEGUNDA MÁS JOVEN
Con apenas 15 años de edad, Alejandra Orozco se convirtió en la segunda mexicana más joven en ganar una medalla olímpica. Ella obtuvo tal distinción ayer, luego de obtener el segundo lugar en la prueba de clavados sincronizados de Londres 2012 haciendo dupla con la experimentada Paola Espinosa.
La primera posición en ese rubro le pertenece a María Teresa Ramírez, que en los Juegos Olímpicos de 1968, conquistó el bronce. Nacida el 15 de agosto de 1954, Maritere se quedó en el tercer escalón al cronometrar un tiempo de 9:38.5, siendo superada por las estadounidenses Debbie Meyer (9:24.0) y Pam Krause (9:35.7). El 24 de octubre de 1968 quedó marcada en la vida de la nadadora que tenía escasos 14 años.
Medalla con dedicatoria
Varias fotografías se pierden dentro de la mochila que cuelga sobre los hombros de la mexicana Alejandra Orozco, quien ayer supo lo que es ser medallista olímpica, y cada una de ellas guarda un momento especial porque son instantes compartidos con una amiga a quien quiso mucho.
Su voz se quiebra y su mirada se nubla cuando escucha de entre los reporteros si Diana también se merece este logro, ya que desde que ambas iniciaron juntas este camino por los saltos ornamentales, se unieron más que lazos de amistad.
Ahora ella ya no está pues el año pasado, precisamente en marzo, un tráiler se quedó sin frenos sobre la carretera que lleva de Guadalajara a Tepic e impactó el automóvil en que viajaba ella con sus padres, y desafortunadamente los tres murieron.
"Es una angelita que siempre nos cuida, llevo unas fotos conmigo porque siempre me está cuidando y al equipo de clavados", expuso.
Es que desde que ambas decidieron trascender en los clavados, Diana Díaz se convirtió en su confidente y amiga más cercana, las dos entrenaban juntas en la fosa del Code Jalisco, y de vez en vez charlaban de cosas que sólo a niñas de 13 años les gusta.
Orozco dijo que Diana siempre soñaba con estar en un momento como el que acaba de vivir, subirse al podio y ver cómo las gradas se estremecen y las banderas ondean en todo lo alto.
"Ella soñaba con algo así, en la última Olimpiada Nacional estaba contenta y decía que algún día llegaría a unos Juegos Olímpicos", mencionó la competidora de 15 años de edad, quien tuvo como regalo de este pasaje de su vida una presea en Juegos Olímpicos.
