Aún cuando Santos Laguna está de superlíder, es oportuno hacer algunas observaciones para que el equipo siga consolidándose y no vaya a repetirse lo de la temporada anterior. Cuando llegó Benjamín Galindo las cosas mejoraron, pero vino un desplome.
El "Maestro" debe tener en cuenta factores que le perjudicaron y fueron entre otros, sostener en el cuadro titular a gente que cobraba caro, pero quería mantenerse ahí para sécula. Destacaban los casos de Felipe Baloy, Santiago Hoyos, Daniel Ludueña y Chema Cárdenas.
El último se fue y eso fue un gran alivio para el equipo. En cuanto a los dos primeros, Santos estuvo considerado, junto al América, como auténticas coladeras, con defensas sin respeto. A Ludueña le hizo bien naturalizarse y ahora se le ve nuevamente participativo.
Las circunstancias permitieron que Galindo ensayara nuevas fórmulas, sabía que el panameño estaría castigado tres fechas y que Hoyos estaba lesionado. Así que desde la corta pretemporada puso a Rafael Figueroa y a Aarón Galindo por el centro.
Hasta la fecha, y ya llevamos una tercera parte del torneo, las cosas mejoraron notablemente y así la cabaña lagunera ha recibido sólo tres goles y casi no tiene tarjetas. Luego perjudicaron mucho las lesiones de finales del torneo, lo que ha mejorado Luiz Otavio Duarte.
Y lo mejor es que se está tomando en cuenta a muchos jovencitos, como Cándido Ramírez y Jaime Toledo que están cumpliendo muy bien. Ahora sólo falta que le den una oportunidad a Julio José González Vela Alvizu, al arquero de Acapulco que con 20 años tiene gran futuro.
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