México lograría sus primeras dos medallas de oro en unos Juegos Olímpicos gracias a la habilidad y destreza de Humberto Mariles Cortés y su famoso caballo Arete, antes, Joaquín Capilla le había dado a nuestro país una medalla de bronce en clavados. Pero lo más importante vendría en la ceremonia de clausura, donde Mariles cerraría la fiesta con una gran sorpresa.
Además, Rubén Uriza Castro daría a México una de plata en salto individual y Humberto Mariles montando ahora a Parral, Raúl Campero montando a Tarahumara y Joaquín Solano Chagoya montando a Malinche darían una más de bronce a México.
Lo más importante vendría cuando de último número Humberto Mariles se dispuso a realizar la difícil prueba del salto individual. Todo mundo se mostraba tenso y preocupado pues sabían de la gran dificultad que mostraba esa prueba.
El silencio era sepulcral y grande la expectación, ochenta mil pares de ojos veían con la respiración sostenida a jinete y cabalgadura. Van quedando atrás saltados limpiamente los obstáculos pero ambos se dirigen a la peligrosa ría donde han terminado las ilusiones de muchos pues ésta parece un abismo y es la del salto final.
Mariles espolea pero de pronto ocurre algo inesperado, Arete no consigue salvar la peligrosa ría y cae al agua de cuatro y medio metros de longitud. Mariles no se inmutó y siguió adelante, y Arete, para sorpresa de todos, se enderezó y logró saltar el muro ante el asombro general, al cruzarlo y correr hacia la recta final el grito fue unánime.
Humberto Mariles había ganado el campeonato olímpico y la medalla para México, quedando en segundo lugar España y en tercero Inglaterra. La otra medalla de oro se la dio Mariles en la prueba de salto en equipo montando también a Arete, Alberto Valdés Ramos montando a Chihuahua y Rubén Uriza Castro a Huatuey.
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