Afortunadamente, en la mente de los jugadores del Santos Laguna existe la idea de que la obra no ha terminado y hoy es la segunda y más importante tarea que tienen y que la deben de completar sólo con goles y nunca más defendiendo.
Ese 4 a 3 logrado en el estadio naranja de Tuxtla Gutiérrez es el reflejo de un partido de volteretas que podría continuar aquí, porque el escuadrón del café apuntalado por Jackson Martínez y Luis Gabriel Rey, aprovechando los pasos de Andrade, es letal.
Sabe manejar muy bien los ataques y responder mejor las indicaciones de su joven técnico José Guadalupe Cruz. Fue una lástima para los que admiran a Gerardo Espinoza que a él se le haya escabullido el travieso e inquieto Darwin Quintero, quien anotó el cuarto gol.
Aquí la afición espera que Daniel Emmanuel Ludueña siga con su paso arrollador, anotando goles y con la cara levantada viendo a donde pueda mandar sus pases como lo hacía en sus buenos tiempos de jugador Benjamín Galindo.
Ayer nos enteramos que Hérculez Gómez sigue sin estar al 100%, por lo que tendrá que esperar su regreso a la cancha. Se extraña su accionar y su ataque, que lo hacía brillar en los últimos encuentros hasta que vino la inesperada lesión.
Bien por Darwin Quintero, que ha seguido madurando, haciendo juego de conjunto y sus "diabluras" personales que siempre sorprenderán al rival, pues nunca sabrán por dónde se escabullirá buscando goles o haciendo pared para que sus compañeros anoten.
Finalmente, pedimos a la afición lagunera forme parte de ese jugador número doce que necesita hacer acto de presencia siempre que juegue el equipo en casa, pues se le extraña, y más lo sienten los equipos foráneos que sin la presión de la tribuna se desempeñan más holgadamente y no como ocurría en el antiguo Estadio Corona.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx