En partido ampliamente dominado por México, nuestros seleccionados olímpicos ganaron ayer 2-1 a Bielorrusia, consiguiendo su pase a la siguiente ronda, pero haciendo sufrir a su cuerpo técnico y a los que de lejos observaban el encuentro.
Porque apenas iniciada la segunda parte, el arquero Antonio Rodríguez, que suplía al castigado Liborio Sánchez, cometió infantil error, castigándolo con falta cobrada cerca de la portería que ocasionó una serie de disparos cerca del arco y descontrol de la defensiva hasta que cayó el gol.
Ese tanto pesó en el ánimo de los mexicanos, que durante varios minutos se descontrolaron, pero gente como Marco Fabián y el jugador de Santos Laguna, Cándido Ramírez, siguieron luchando sin descanso hasta que Marco anotó el del empate.
Sería en tiempo de compensación cuando Marco Fabián anotó el del triunfo para continuar su marcha perfecta con goles en sus tres partidos hasta completar seis que lo ponían a la cabeza de los romperredes del Torneo de las Esperanzas.
Quienes siguen decepcionando son los arqueros y la zona defensiva con Diego Reyes a la cabeza, así como Herrera y Jiménez, que tanto se esperaba de ellos. En cambio los jugadores santistas César Ibáñez y Cándido Ramírez han cumplido.
El equipo de Bielorrusia terminó el encuentro con nueve hombres al expulsar el árbitro egipcio a dos jugadores que golpeaban sin piedad a los mexicanos, especialmente a Marco Fabián, que salió lastimado.
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