Técnicos capaces, conocedores, siempre actualizándose, trabajando con transparencia, teniendo trato con jugadores y todo lo que es su entorno, como familia, representantes, etcétera, están más cerca del éxito que aquellos que anhelan ser sólo protagonistas.
Por ello no nos sorprende el éxito que ha tenido Luis Fernando Tena, dirigiendo la Selección olímpica, ganadora del oro en Londres. Recordamos las pláticas tenidas con él en Santa Rita cuando fue técnico de Santos Laguna.
Nos gustaba, como es costumbre, llegar antes, sabiendo de su puntualidad para trabajar y sobre todo de los preparativos que hacía para que todo estuviera en orden y no se perdiera el tiempo a la hora de los entrenamientos.
Una vez platicó que gustaba de conocer a fondo a cada jugador que tenía a su cargo, con quien se daba tiempo para platicar largamente, conocer su personalidad, su entorno, cómo vivía y qué anhelaba. Incluso pedía charlas con su representante para conocerlo.
Establecía así una especie de agenda personal de cada jugador, del que seguía agregando datos que observaba sobre su comportamiento en la cancha. Luego gustaba de charlar con la directiva para afinar detalles sobre el equipo en general y sobre cada jugador.
No fue mucho el tiempo que estuvo en Santos Laguna pero el suficiente para tener en lo personal un concepto de su personalidad y su capacidad. Por ello cuando al tomar el timón de la Sub-23 los ataques arreciaban en su contra y esperamos que el tiempo dijera la última palabra.
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