Con la buena campaña que tuvo Daniel Ludueña, sobresaliente medio ofensivo, era justa su nominación para el Balón de Oro que se entregará el 3 de septiembre en la Ciudad de México, los otros candidatos son Lucas Lobos de Tigres y Chaco Giménez de Cruz Azul.
Los otros cinco santistas nominados son los sobresalientes de siempre, encabezados por Oribe Peralta, quien sigue disfrutando de manteles largos que le colocan aquí y allá. Oswaldo Sánchez, ejemplo de trabajo que parece intensificar conforme pasa el tiempo.
Juan Pablo Rodríguez, un hombre que vino a la Comarca con el firme propósito de triunfar y lo logró desde el primer día que se puso la casaca verdiblanca, que le sentó de maravilla. Jorge Iván Estrada, otro triunfador indiscutible, amo y señor de las simpatías.
Y Benjamín Galindo, a quien como técnico le faltaba un título que presumir y lo ha obtenido en su regreso al timón lagunero, como una revancha histórica para corresponder a la confianza que en él depositó Alejandro Irarragorri, a quien le urgía destrabar el nudo que detenía la cuarta corona.
Y mientras tanto, otros jugadores santistas de buen rendimiento en los últimos tiempos seguirán haciendo méritos, primero para seguir de titulares y después aspirar a estar en las ternas donde escogen a lo mejor de nuestro futbol, como son los casos de Osmar Mares y Darwin Quintero.
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