No hay duda, Santos Laguna sigue siendo mejor que Tigres, a pesar de que los felinos se apropien del balón pero se les ha olvidado concretar, y anoche necesitaron del penal de Lobos para ponerle un guarismo al marcador que terminó 3-1 a favor de los de casa con dos de Darwin y otro de Peralta.
Benjamín presentó un cuadro con cambios importantes en la zona defensiva, poniendo en los extremos a César Ibáñez y a Kenji Adachi, y dejando en el centro a Rafa Figueroa que dio otro buen partido acompañando a Felipe Baloy, una de las figuras de anoche al igual que Oswaldo.
Las fallas se vieron en la media, donde Juan Pablo aún no logra entrar en ritmo y Ludueña desaprovechó oportunidades ofensivas. Tigres, con el balón siempre en su poder intentó de todo pero encontró una defensa sólida y los regios en su desesperación empezaron a golpear rivales.
Sobre todo Torres Nilo, quien se convirtió en troglodita sin razón. Ahora Darwin resolvió sereno y mandón, lo mismo Oribe. Futuro prometedor se les ve a los jovencitos Adachi e Ibáñez, a los que se agrega Cándido Ramírez.
Al profesor J. Guadalupe Cruz no le incomodan las preguntas que continuamente le hacen sobre su permanencia o salida de Jaguares, donde no ha conseguido victorias en este torneo, después de cinco campañas al frente, tres de ellas en liguilla.
Lo que ocurre es que siente el apoyo que le da Memo Cantú, presidente del club, y quien también militara en aquel glorioso Atlante de donde ambos salieron. Sin embargo si las derrotas continúan, nadie podrá sostener al profe Cruz, por muy querido y estimado que sea.
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