Fuerte aplauso para la afición lagunera por su comportamiento en el estadio Corona, la noche del martes, no sólo por el gran apoyo que brindó a nuestros seleccionados, sino también por su comportamiento con los visitantes y su respeto y silencio cuando se entonó el himno de El Salvador.
Fue la mejor respuesta que se pudo dar a los pésimos anfitriones de otros países que cuando se entonan los himnos de los países visitantes no guardan silencio y por el contrario parecen burlarse de lo más sagrado que tiene una nación.
Por lo demás, seguramente la Comarca Lagunera, gracias a sus instalaciones deportivas y habitacionales, seguirá siendo tomada en cuenta para más eventos deportivos de categoría lo mismo en futbol que en basquetbol o béisbol.
Hablando del Rey de los Deportes, ojalá que el mánager portorriqueños Orlando Sánchez pueda conseguir lo que nadie ha logrado hace muchísimos años, o sea un gallardete del mejor béisbol mexicano, como lo logró un lagunero llamado Guillermo Garibay.
Cada año se renuevan las esperanzas y éstas nunca morirán, aunque los que conocen y entienden del tema comentan que mientras la presidencia del club esté en la Ciudad de México y no aquí pendiente de lo que ocurre no se conseguirá gran cosa.
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